Bilbao - Las plataformas G7EZ y Alternatives G7, organizadoras de la contracumbre contra la reunión del G7 que se desarrolla en Biarritz, decidieron suspender los actos que tenían previstos para la mañana de ayer al entender que no se daban “las condiciones para garantizar su buen desarrollo”, en referencia a “la seguridad y la integridad física de los participantes”. Adoptaron esta decisión después de que un total de 68 personas fueran detenidas en las distintas protestas que tuvieron lugar el pasado sábado contra la reunión de líderes mundiales.

Ambos colectivos habían programado para ayer distintas concentraciones pacíficas en siete lugares diferentes, como punto final de las actividades de la contracumbre que han celebrado desde el pasado miércoles en Irun, Hendaia y Urrugne. Sin embargo, optaron por suspenderlas, “teniendo en cuenta el sobredimensionado dispositivo y el ambiente policial que reina en el territorio”, y sustituirlas por la confección de un “muro popular” que finalmente tampoco se llevó a cabo “por no reunir las condiciones para garantizar el buen desarrollo de la acción”.

A la suspensión definitiva de esta acción alternativa contribuyó también el hecho de que en la madrugada del sábado al domingo la Policía francesa detuviera al histórico dirigente de la izquierda abertzale Joseba Álvarez.

Álvarez fue arrestado por los agentes franceses cuando, tras mantener una reunión con los representantes de las plataformas contra el G7 en Biarritz, se dirigía al campamento de Urrugne. Posteriormente, fue trasladado a la comisaría de Hendaia, donde se le comunicó su expulsión de Francia.

Los agentes le explicaron que tenía prohibido pisar suelo francés entre el del 24 de julio y el 29 de agosto, precisamente por su participación en los actos contra el G7. Al mediodía le trasladaron al paso fronterizo de Biriatu, donde le dejaron en libertad. El representante de la izquierda abertzale, que actualmente es miembro de Sortu, explicó a los medios de comunicación que “nadie” le había informado de “la decisión jurídica” de prohibirle la presencia durante más de un mes en el Estado francés, y así se lo trasladó a la Policía.

Macron, boca abajo Por otro lado, varios cientos de personas pertenecientes a movimientos ecologistas y alternativos se manifestaron por la mañana en Baiona con cuadros del presidente de Francia, Emmanuel Macron, boca abajo. Las 128 fotos enmarcadas, algunas portadas por los manifestantes, y otras embaladas, fueron supuestamente sustraídas desde el pasado febrero de ayuntamientos del país. Con esta movilización, los manifestantes quisieron mostrar también su rechazo a la celebración del G7 en Biarritz, precisamente con Macron como anfitrión del encuentro.

La marcha, que no estaba comunicada, discurrió con normalidad y de forma pacífica bajo el lema Clima y justicia social, sin que la Policía tuviera que intervenir. Algunos manifestantes explicaron a los medios que los retratos no han sido robados, sino “descolgados”, y que los devolverán. “Macron descolgado, descolguémosle”, se aseguraba en algunos carteles. Los integrantes de la cabecera portaban además una pancarta con la leyenda en francés Macron, campeón del bla, bla, bla, para denunciar “la inacción de su Gobierno” en materia de política climática. - Efe/E.P.