gasteiz - El presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, abrió ayer con los colectivos dedicados a la Igualdad y la Ciencia la ronda con agentes sociales de la que saldrá, afirmó, un “programa abierto con un componente progresista” que no llevará el sello de Unidas Podemos. La coalición morada sigue siendo el “socio preferente” del PSOE, dijo Sánchez, que sin embargo descarta definitivamente la posibilidad de conformar con este partido un gobierno de coalición, tal y como exigían los de Pablo Iglesias. A partir de ahora se volcará en buscar un acuerdo según el modelo de Portugal o Dinamarca, donde la socialdemocracia gobierna con el apoyo parlamentario del resto de grupos de izquierdas, y además no renuncia a conseguir que PP y Ciudadanos permitan con su abstención la puesta en marcha de un ejecutivo socialista. La opción del gobierno de coalición, “desgraciadamente, no funcionó”, sentenció el presidente. El PSOE, además, argumentó que varias asociaciones feministas le habían trasladado su preocupación por que dejara el Ministerio de Igualdad en manos de Podemos.

La nueva estrategia del PSOE arrancó con la citada ronda de reuniones, presidida bajo un cartel con el lema Por un gobierno progresista; y con un llamamiento a todas las formaciones políticas para que “sean conscientes de que tiene que haber gobierno en España”, pues “no podemos dejar a España en la parálisis, tenemos muchos problemas, muchos desafíos y muchas demandas que atender”. No se debía interpretar esta nueva etapa, señaló, como un intento de presionar a Podemos, sino de promover en el resto de partidos un “esfuerzo de responsabilidad” hacia su país y de “reconocimiento” del resultado electoral, para permitir que haya un gobierno progresista que no dependa de los independentistas. “No hay ninguna razón para que no se ponga en marcha ya”, enfatizó.

sin contactos Preguntado por si ha hablado con Iglesias, replicó que él ahora ya no es candidato y reiteró que “es responsabilidad de todas las fuerzas políticas intentar reflexionar”, no solamente del PSOE. El riesgo de un adelanto electoral está ahí, y ante un escenario en el que la ciudadanía buscaría culpables, Sánchez dijo que es una hipótesis que “ninguno” quiere. Por ello pidió también a PP y Ciudadanos, las “fuerzas conservadoras” que “se dicen constitucionalistas” y que “quieren la estabilidad de España”, que pongan de su parte. “Hay muchas formas de poder cooperar” según Sánchez, quien insistió en que está dispuesto a “tender la mano” al resto de partidos para buscar este entendimiento, aunque antes se la tienda a la sociedad civil con estas reuniones.

En ese sentido, de los contactos con los agentes sociales -la semana que viene está citado con sindicatos y patronal- saldrá un programa de gobierno que presentará a los demás partidos, bajo el argumento de que el 28 de abril los españoles “dijeron que querían un gobierno progresista” y con seis ejes principales; empleo, digitalización y su impacto en la educación, transición ecológica, feminismo e igualdad de género y construcción de un proyecto que fortalezca la convivencia territorial y el proyecto europeo.

La vía portuguesa que pretende trasladar Sánchez al Estado español, y que ya ha sido rechazada por Podemos, se basa en el apoyo externo a un gobierno socialista a cambio del cumplimiento de medidas pactadas previamente. De esta forma quiere esquivar la entrada de Podemos.

Podemos lo denuncia. El PSOE ha encontrado otro argumento para negarse al Gobierno de coalición. El ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, calificó ayer de “indignante” que se le incluya en la denuncia que presentaron ante la Fiscalía Anticorrupción Podemos e IU este miércoles contra 28 responsables de la ‘Operación Chamartín’ por malversación al vender terrenos a mitad de precio, porque “no ha participado en el proyecto”.