Bilbao - La red ciudadana para defender los derechos de los presos, Sare, se pronunció ayer sobre la controversia de los recibimientos a los reclusos de ETA a su salida de la cárcel y consideró que no hay homenajes en sentido estricto, y que lo único que se está produciendo es un recibimiento. El portavoz de Sare, el exconsejero vasco Joseba Azkarraga, defendió que los recibimientos a miembros de ETA en Euskadi tras su salida de prisión “no son homenajes”, y que él se queda con la reflexión interna que vienen realizando los presos para reconocer el daño causado por encima de actos “puntuales”. Azkarraga dijo respetar la opinión del lehendakari, que ha pedido el cese inmediato de estos actos, pero aseguró que “los recibimientos no son homenajes, son recibimientos sobre todo de personas que han cumplido décadas de prisión en circunstancias francamente mejorables”. Pidió “avanzar en la convivencia con aquellas cosas que hacen daño a los demás, como la política penitenciaria vengativa”.

Las palabras de Sare llegan después de que los homenajes a dos presos en Hernani y Oñati el pasado fin de semana desataran la crítica unánime de los partidos a nivel estatal y vasco, con la excepción de la cúpula de EH Bildu y la izquierda abertzale. Solo Eusko Alkartasuna se pronunció en un tono de desmarque asegurando que ningún acto que provoque dolor puede tener cabida en la construcción de la convivencia. El propio Azkarraga fue secretario general de EA, pero ayer no se sumó a su discurso. El Gobierno Vasco sí exigió el cese de estos homenajes porque el fin de semana tuvieron claramente un tinte de exhibición pública, con bengalas y pasillos humanos, lo que puede herir a las víctimas y no casa con el reconocimiento del daño causado que dice acometer el colectivo de presos. El Ejecutivo quiere llevar el debate a un terreno ético ante las dudas jurídicas que plantean estos casos, que rara vez son delictivos porque los participantes no llegan a pronunciar proclamas de enaltecimiento del terrorismo.

En ese sentido, el portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, destacó ayer que la participación de la Er-tzaintza y del Ejecutivo ante los actos de recibimiento a dos presos de ETA celebrados el pasado fin de semana se ha guiado de forma “estricta” por la jurisprudencia de la Audiencia Nacional, que encuadra este tipo de celebraciones en el marco de “la libertad de reunión y manifestación”. Erkoreka recordó que el lehendakari ya ha hecho público su rechazo desde un plano ético a los homenajes del pasado fin de semana en Hernani y Oñati, donde José Javier Zabaleta y Xabier Ugarte fueron recibidos por todo lo alto. Ante las críticas de determinados colectivos de víctimas, dijo que su Gobierno se ha guiado por los criterios judiciales. Por ese motivo, una administración pública “no puede pretender someter a autorización previa” la celebración de los actos. Argumentó que, en ocasiones anteriores, las actuaciones de la Ertzaintza contra celebraciones similares fueron “frenadas” por los tribunales. Cualquier cambio en la legislación quedaría ya en manos del Congreso español.

Azkarraga, por su parte, esgrimió que los presos “de manera colectiva e individual” desde diciembre de 2013 “han venido manifestando el reconocimiento del daño causado”, un gesto que “es lo importante al margen de algún planteamiento o acto puntual”. - DNA