pamplona - La negociación entre el PSOE y Podemos se ha tensado en la última semana. Tanto, que lo que parecía un acuerdo sencillo tras las elecciones del 28 de abril hoy parece casi un imposible. Hasta el punto de que una investidura fallida del candidato socialista el próximo 25 de julio es una opción más que probable. Lo que abre un escenario nuevo en España que puede tener también consecuencias políticas en Navarra.

La pretensiones de Pablo Iglesias, que reclama para su partido una legítima presencia en el Consejo de Ministros, y la firme voluntad de Pedro Sánchez de garantizarse la cohesión de su gabinete con personas de su sigla y confianza han embarrado una negociación que apura los días sin puerta de salida. Hay margen todavía para el acuerdo, pero es posible que este no llegue y el PSOE opte por buscar otras alternativas para su investidura.

Es en este contexto en el que PSN, Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra (I-E) retoman a partir de mañana las conversaciones para formar gobierno en Navarra. Lo hacen con una cuestión tan espinosa como la estructura y reparto de responsabilidades en el gabinete de María Chivite. Una negociación que se va a solapar con lo que ocurra en Madrid.

Aunque la posibilidad de asumir el Gobierno foral con la abstención de EH Bildu había generado muchas dudas en la dirección del PSOE tras las elecciones de mayo, estas parecen ya disipadas. “Contamos con el apoyo de Ferraz”, subrayó Chivite tras cerrar el acuerdo programático el pasado 5 de julio. Tras el parón sanferminero de las negociaciones, apenas quedaba pactar la formación del Gobierno y acudir a la investidura. Solo había una condición desde Madrid, tendría que ser después de la investidura de Sánchez. De forma que si los plazos previstos se cumplen, los socialistas podrían volver al Palacio de Navarra la última semana de julio.

Pero la falta de acuerdo con Unidas Podemos puede acabar trastocando todo el calendario. Sobre todo si finalmente la investidura de Sánchez acaba siendo fallida, y los socialistas optan por redefinir su estrategia de alianzas. “Sánchez busca la abstención de la derecha”, avanzaba ayer el diario El País citando fuentes de la propia dirección socialista. - Ibai Fernández