Gasteiz - El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció ayer que en su discurso del incierto debate de investidura del próximo 22 de julio planteará a los grupos una reforma constitucional para evitar un bloqueo político en la elección del presidente que ya se ha producido en dos ocasiones en los últimos tres años y que podría abocar los ciudadanos a tener que volver a las urnas en noviembre.

Sánchez quiere impedir “coaliciones negativas que pueden abocar a la repetición sistemática electoral” y que “esta sea la última vez” en la que el país se vea en esta situación. “Es el primer acuerdo de país que yo voy a ofrecer”, dijo en TVE el presidente en funciones, que aludía directamente al artículo 99 de la Carta Magna, en el que establece la necesidad de obtener mayoría absoluta en primera vuelta para nombrar al jefe del Ejecutivo, o mayoría simple, 48 horas después de la anterior. Si dos meses después sigue sin haber acuerdo, reza la Constitución, el rey disolverá ambas Cámaras y convocará elecciones.

Sánchez planteaba como posible solución la fórmula utilizada en los ayuntamientos, en los que si no sale elegido un gobierno porque no hay mayoría absoluta, gobierna la lista más votada, pero realmente el PSOE trabaja desde hace ya al menos varios días con un plan concreto más parecido al sistema que rige en el Parlamento Vasco que al de las instituciones locales.

Aunque no hay todavía una propuesta oficial, el diputado donostiarra Odón Elorza remitió hace dos semanas a sus compañeros de partido y al Gobierno un documento de nueve páginas, al que ha tenido acceso Efe, en el que propone eliminar la fase en la que el rey propone un candidato y que sean los grupos parlamentarios los que los propongan “con el apoyo de al menos un décimo de los miembros de la cámara”. De no alcanzar nadie la mayoría absoluta, habría una segunda votación a las 48 horas en la que sería investido el que obtuviera el mayor número de votos afirmativos. Los parlamentarios solo optarían entre el sí a alguno de los candidatos, no podrían votar contra nadie.

“De producirse empates, se seguirán convocando votaciones hasta que un candidato obtenga la confianza del Congreso”, señala el documento, y si en dos meses no hay acuerdo, se convocarían elecciones, como en el modelo vigente. Además del 99, esta propuesta exigiría reformar el artículo 62 de la Constitución. Ya en 2016, cuando se produjo un anterior bloqueo a la investidura, Elorza defendió una reforma exprés del artículo 99 para que la forma de votación de la investidura fuera similar a la que existe para elegir al lehendakari. En enero de 2017 elevó su propuesta a la gestora que entonces dirigía el PSOE, que no la consideró.

Sea como sea, con las posiciones actuales de los dirigentes de los principales partidos sería imposible llevar a cabo una reforma constitucional que exige el aval de tres quintos en cada Cámara, 210 diputados y 159 senadores. Además, debería ser sometida a referéndum si así lo piden una décima parte de los parlamentarios.

Desde el PP, su líder, Pablo Casado, no coincide con la fórmula de Sánchez y trabaja en una propuesta similar al modelo que hay en Grecia o Italia, y que permitiría dar una prima de 50 escaños al ganador. Por su parte, Ciudadanos considera que existe una laguna en la Constitución al no acotar el tiempo entre la celebración de las elecciones y la fecha de la primera sesión de investidura, por lo que son partidarios de una reforma que establezca un plazo definido. Podemos, por último, defiende el actual sistema porque, señalaba ayer Pablo Iglesias, obliga a los partidos a ponerse de acuerdo.

El actual sistema. Si el candidato no sale elegido por mayoría absoluta, en una segunda votación solo es necesaria la mayoría simple. Si no hay desbloqueo, a los dos meses el rey convoca elecciones.

La propuesta del PSOE. Odón Elorza plantea que, de no haber mayoría absoluta en primera vuelta, solo se pueda votar a favor de alguno de los candidatos. Ganaría el que obtenga más síes.