Madrid - Quizá fuera por los acuerdos alcanzados en Castilla-La Mancha entre el PSOE y Ciudadanos donde rotarán al frente de las alcaldías de Albacete y Ciudad Real, pero la ministra portavoz en funciones, Isabel Celaá aprovechó ayer su comparecencia ante la prensa para lanzar un llamamiento a la formación naranja a quien pidió que “reflexione” sobre su papel ante la investidura de Pedro Sánchez y “modifique” su posición de “obstaculización” por otra de “construcción” que le permita ser elegido presidente del Gobierno español.
En román paladino, el PSOE hace un nuevo intento por no depender la composición del nuevo Ejecutivo de Podemos o de las fuerzas soberanistas y apela a un movimiento por parte de Albert Rivera, de quien reclama la abstención. “Una abstención no prejuzga nada”, subrayó la ministra, que, a renglón seguido, apuntó que la abstención viene a decir que “no bloqueamos, estamos en una tarea de Estado”.
El mismo día en que Francesc de Carreras -uno de los fundadores de Ciudadanos- pedía a Rivera que pacte con el PSOE o que el presidente francés Emmanuel Macron advertía a Ciudadanos de que cualquier alianza de con Vox podría acarrear su expulsión del grupo parlamentario Renovar Europa (antiguo ALDE) en la Eurocámara, Celaá apelaba a la “vocación socialdemócrata y de centro” con la que nació la formación naranja para que se preste a “construir la única alternativa que hay en este momento para garantizar la gobernabilidad en España”.
La portavoz del Ejecutivo en funciones insistió en destacar la necesidad de que la investidura se resuelva cuanto antes, por lo que desveló que la pretensión de Sánchez es que sea “antes de verano”, es decir, en el mes de julio. A su entender, con estos plazos “hay mucho tiempo todavía” para negociarla, habida cuenta de que “dos horas en política son una eternidad” y porque del mismo modo que se han ido encajando las “piezas” de los pactos municipales y autonómicos así ocurrirá con el Gobierno.
postura de Erc Celaá aprovechó la comparecencia para aclarar que si ERC se abstiene en la investidura de Sánchez, lo hará “libremente” porque “nada se ha negociado” con el partido soberanista. “Lo que haga ERC será una cuestión de ERC, que puede entender que no está en la obstrucción sino en la construcción”, señaló.
Además, afirmó que la decisión del Supremo de no permitir a Oriol Junqueras ser eurodiputado “no debería” complicar el camino hacia la investidura porque “el camino de la política y el de la Justicia no deberían cruzarse”. Es más, aseguró que esta decisión del alto tribunal “debería ser situada, incluso por las personas y los grupos afectados, en su terreno”, es decir, el judicial, pese a que ha reconocido ser consciente de que “hay mucha mezcla de emociones”.
Asimismo, Celaá afirmó no poder contestar a la cuestión de si Sánchez estaría dispuesto a hacer algún gesto hacia el jefe de filas de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, por ejemplo recibiéndole en Moncloa. Eso sí, preguntada si el Gobierno reiniciará el diálogo con la Generalitat, respondió que el Ejecutivo está en funciones, y por lo tanto “no inicia nuevos planes ni nuevas conversaciones”.