madrid - La reunión de ayer entre los equipos negociadores del PP y de Ciudadanos para conformar un Gobierno municipal en Madrid no se antojaba especialmente problemática y en ambas formaciones cundía el optimismo ante la perspectiva de alcanzar un acuerdo a la mayor brevedad. Sin embargo, las cosas se torcieron en la mesa a dos bandas y al término del encuentro las caras de los dirigentes eran todo un poema.

El principal problema en las conversaciones es que Ciudadanos no renuncia a que su candidata en la capital, Begoña Villacís, sea alcaldesa. En la formación naranja quieren un cambio de cromos en un pacto con el PP: que a cambio de respaldar a Isabel Díaz Ayuso como presidenta de la Comunidad, Villacís lidere el Gobierno municipal en detrimento del popular José Luis Martínez-Almeida.

Así, tras poco más de una hora de reunión, las dos formaciones dieron por bloqueada la situación. La número dos del PP al Ayuntamiento, Andrea Levy, fue la primera en comparecer tras el fiasco y lamentó que, para su “sorpresa”, Ciudadanos “sigue instalado en la indefinición” y “no muestra su disposición a que haya un Gobierno alternativo” a Manuela Carmena. Respecto a la pretensión de los naranjas de que sea Villacís la alcaldesa, Levy recordó que la lista popular fue la más votada en la derecha.

Por su parte, el jefe del equipo negociador de Ciudadanos, Miguel Gutiérrez, reprochó al PP que haya acudido a la mesa “sin nada” que ofrecer y que se limite a hablar de “sillas” en lugar de tratar el “decálogo” y el “acuerdo de 55 puntos” que ha presentado la formación naranja.

Al bloqueo de las negociaciones entre ambas formaciones se le añade además la incógnita de Vox, tercera pata de un posible acuerdo, ya que sus votos son indispensables para articular mayorías de derechas tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad. - M. Aizpuru