gasteiz - Coincidiendo con el durísimo informe de la Fiscalía, Roger Torrent reivindicó ayer desde el Parlamento Vasco el valor del diálogo político como elemento clave para la resolución de conflictos, reclamando el respeto a la voluntad de la mayoría de los catalanes expresada en las urnas. El president del Parlament fue recibido por su homóloga en Euskadi, Bakartxo Tejeria; por la tarde mantuvo un encuentro con el lehendakari, Iñigo Urkullu, y luego estuvo presente en una conferencia presentada por el lehendakari ohia, Juan José Ibarretxe. Previamente, Torrent había acusado en una entrevista en Radio Euskadi a la Fiscalía y a la Abogacía del Estado de “llevar bajo la toga la camiseta de Vox”, ahondando en que la acusación de rebelión “es falsa”.

Para el líder independentista, que confía en que Urkullu contribuirá a “crear el marco de diálogo político necesario” para encauzar la solución a la diatriba catalana, el lehendakari “dice lo que decimos en gran parte nosotros, y es que la solución pasa por el diálogo institucional y político”, subrayó. Según su prisma, el jefe del Ejecutivo vasco “traza cuál es el terreno de juego, que es el de la mesa de negociación, que no será solo bilateral, sino multilateral”, por lo que habrá “muchos actores políticos que pueden ayudar e influir en encauzar esta solución democrática inevitable”, que es la de la votación por parte de los catalanes.

En su hora y media de encuentro, Urkullu le trasladó la propuesta de directiva de claridad incluida en la visión vasca sobre el futuro de la Unión Europea, y por la que se dotaría a las naciones sin Estado de un cauce legal para poder consultar a la ciudadanía con garantías abriendo un estrategia de diálogo y negociación. Además de interesarse por la situación de los reclusos en prisión preventiva y exiliados, el jeltzale consideró que “es evidente que las mayorías y el eje político-ideológico que se conforme en las próximas semanas en la constitución de las instituciones serán muy relevantes de cara a las decisiones que se van a definir en el futuro en relación al Estado español, Catalunya y Euskadi”. Ambos abogaron por una solución “democrática” al conflicto pese a las “dificultades para asentar la cultura del diálogo y el acuerdo”.