bilbao - ¿Qué valoración hace Elkarrekin Podemos de los resultados en Euskadi y en el Estado?

-Empezando por España, las derechas no suman y eso es una buena noticia. Solo la suma de Unidas Podemos y el PSOE queda bastante por encima de las derechas. Vox tiene un resultado discreto y el PP un descalabro. Evidentemente, la radicalidad, el odio y la confrontación no funcionan. Si venimos a Euskadi, hay dos cosas a destacar. Una, que ha habido una gran mayoría de votantes que han votado a la izquierda, tal y como ocurrió en el Parlamento Vasco; 12 de 18 escaños son de partidos progresistas. La otra, que uno de los ejes principales ha sido la cuestión territorial, la amenaza de la recentralización y el ataque al autogobierno. Ahí, los partidos que hacen de la cuestión territorial prioridad en su agenda, han salido beneficiados. Se refuerza claramente la realidad de que España es un Estado plurinacional.

Algunas encuestas daban a Podemos por muertos y eso no ha ocurrido. ¿Es suficiente para estar satisfechos?

-Nos hubiera gustado sacar un poco más. Siempre hay que aspirar a más, si bien es cierto que el resultado es mayor que el que cualquiera pronosticaba y que estamos en un 18%, lo cual nos lleva a asentarnos en el tercer lugar en Euskadi. Creo que demuestra que tenemos un suelo electoral muy consolidado independientemente de las elecciones que se celebren. Hay que destacar también que seguimos teniendo uno de los mejores resultados de Unidas Podemos en el Estado, junto con Nafarroa y Baleares hemos sido de los que más porcentaje de votos han obtenido.

Sin embargo, a nivel estatal pierden más de un millón de votos. ¿Hace falta replantear el proyecto?

-Ha habido una pérdida de apoyos pero el objetivo que nos marcábamos, formar un Gobierno progresista, se puede ver cumplido porque los números dan y el resultado es suficiente. Luego ya tocará hacer las reflexiones que haga falta, como se hace siempre independientemente de si el resultado es bueno o malo. Pero en cuanto a objetivos logrados, son suficientes.

El PSE les ha quitado la función de voto útil en las generales con respecto a hace tres años.

-El marco es completamente diferente. En 2016 había una clara impugnación al bipartidismo, incluido al PSOE, y Unidos Podemos acaparó todo el voto contrario a Rajoy. En este aspecto, en 2019 uno de los ejes centrales ha sido la cuestión territorial y la verdad es que el PSE tampoco ha crecido muchos, la diferencia entre el PSE y nosotros es muy pequeña, en escaños empatamos. Suben, porque Pedro Sánchez sí ha hecho una campaña por el voto útil que le permite acaparar apoyos, pero los que más beneficiados han salido son los partidos abertzales.

¿En qué clave lee ese ascenso del PNV y EH Bildu?

-Ha habido una reacción ante ciertos ataques al autogobierno que probablemente ha movilizado a gente que en otro tipo de elecciones generales no se moviliza. Ahí, lo que está claro es que en Euskadi los partidos que defendemos el autogobierno tenemos escaños. Los partidos que atacan el autogobierno vasco y que tienen discursos de odio, de conflicto y de recentralización suman cero.

Vista la repartición de fuerzas, ¿qué se puede esperar para Euskadi en esta legislatura?

-Si Unidas Podemos está en el Gobierno, siempre va a ser beneficioso para Euskadi. Estaría en el Gobierno una fuerza que va a luchar por desarrollar y blindar una serie de derechos sociales que permiten mejoras para la ciudadanía vasca, como hemos visto con la subida del SMI o con el decreto de alquileres. Además, somos una fuerza política que va a presionar para que la plurinacionalidad sea una realidad a nivel de estructura de Estado, para que se defienda el autogobierno en Euskadi y para que se complete el Estatuto. Para Euskadi siempre es una ventaja tener en el Gobierno un partido que tiene ese discurso nítido de respeto a la plurinacionalidad, de entendimiento de la existencia de la nación vasca y de defensa de lo que son los derechos de todos los vascos y las vascas, tanto en lo territorial como en lo social.

¿Cree que es posible arrastrar al PSOE a ese Gobierno en coalición?

-El PSOE tendrá que ser valiente y entender que ya los tiempos de los gobiernos en solitario y los tiempos de las mayorías absolutas han terminado. Hay un Congreso fragmentado, con prácticamente cinco partidos grandes y, como todo país europeo que ha tenido un Congreso multipartidista, es el momento de los gobiernos de coalición. Eso es un cambio de cultura política que en Euskadi conocemos muy bien y que tiene que llegar al Estado.

¿Se puede contar con los soberanistas vascos y catalanes como socios de legislatura?

-No sé si como socios permanentes o puntuales, pero evidentemente la variabilidad de los números en el Congreso te obliga a dialogar con todos. Cuando digo con todos, es con todos, no se puede poner un cordón sanitario a los partidos soberanistas cuando acaban de demostrar la fuerza que tienen en ciertos territorios. Los resultados son evidentes: si España te ha dicho que la política que vale en lo territorial es la del diálogo, la del acercamiento y la de la reconciliación, la del respeto a una serie de especifidades nacionales, ese es el camino que hay que recorrer.