montreal - Después de resistir en las elecciones generales al perder solo un escaño y remontar a las encuestas que vaticinaban una debacle para Carles Puigdemont y la nueva JxCat, ayer se conoció que el presidente en el exilio vio cómo las autoridades de Canadá le denegaban la entrada a su territorio, una decisión que recurrió al Tribunal Federal canadiense. El exjefe del Govern tenía previsto realizar una visita en Quebec invitado por la Société Saint-Jean Baptiste (SSJB) de Montreal pero el gobierno canadiense revocó “arbitrariamente” su Autorización Electrónica de Viaje (AEV) necesaria para entrar en el país justo un día antes de la fecha prevista inicialmente para su salida. Según su defensa coordinada por el abogado Gonzalo Boye y con la colaboración del letrado quebequés Stéphane Handfield, ahora el Ejecutivo de Canadá tendría 90 días para proporcionar los motivos de la revocación del permiso para entrar en el país, información que está obligada a dar. El presidente la SSJB Maxime Laporte denunció que “Otawa no tiene autoridad ni legitimidad para denegar a los quebequenses invitar a líderes internacionales”. “Es absolutamente vergonzoso que Canadá sea cómplice del autoritarismo español denunciado de manera unánime por la Asamblea Nacional de Quebec”, lamentó en un comunicado el líder de esta asociación que defiende la soberanía quebequense. Según Radio Canadá, Puigdemont tenía previsto viajar el 1 de abril, pero el día antes fue notificado de que la autorización fue revocada. El 4 de octubre de 2017 la Asamblea Nacional de Quebec aprobó por unanimidad deplorar “la actitud autoritaria del Gobierno que provocó actos de violencia en el referéndum”. - I. S. M.