madrid - Ciudadanos dio ayer un aparente portazo a pactar con los socialistas una investidura o un gobierno. La formación de Albert Rivera mantuvo su veto al socialista Pedro Sánchez por boca de Inés Arrimadas, quien dio por hecho que el gobierno será de izquierdas con apoyo del nacionalismo vasco y catalán y se negó incluso a negociar. El anuncio de Ciudadanos fue recibido con cautela en ámbitos nacionalistas vascos y catalanes que encuadran estos pronunciamientos en la proximidad de las elecciones municipales de mayo (y autonómicas en varios territorios), y que no descartan que entren en escena más adelante las presiones de los poderes fácticos del Estado y el mundo económico a favor de ese pacto PSOE-Ciudadanos. El pacto podría materializarse en votaciones concretas después de la investidura.
Es la opción matemáticamente más sencilla para Sánchez, porque desborda la mayoría absoluta con 180 votos. Además, es la que prefieren buena parte de los barones y el propio socialista, que no ha dejado de pedir en público a Rivera que le levante el cordón sanitario, y que suspira por una mayoría que no le obligue a contar con el independentismo catalán. En cualquier caso, tampoco se puede descartar que la formación naranja haya llegado efectivamente a la conclusión de que le conviene quedarse en la oposición para liderarla y superar en próximas elecciones a un PP malherido y desconcertado por la línea de Casado y su fracaso electoral. Aunque antes de las elecciones se especuló con fuerza con el pacto PSOE-C’s, tras los comicios se han producido dos hechos que pueden alejar el pacto: C’s se ha quedado tan solo a nueve escaños de superar al PP y se ve muy tentado de liderar la oposición; y, por otro lado, la militancia socialista recibió a Sánchez en la celebración de la victoria al grito de “con Rivera, no”.
La portavoz de la ejecutiva de C’s y diputada electa, Inés Arrimadas, convocó ayer una rueda de prensa tras la reunión del partido y anunció que no habrá pacto ni negociación con Sánchez porque el Gobierno “ya lo tienen montado y preparado” con Unidas Podemos y fuerzas nacionalistas y “los números les salen”. Arrimadas habló de que no hará posible la investidura, pero queda en el aire qué podría suceder a lo largo de la legislatura, porque C’s podría abstenerse o apoyar varias votaciones y proporcionar cierta estabilidad. Podría vender como relato que impide que Sánchez se eche en brazos de los catalanes.
Arrimadas trató de ser contundente y dejar zanjado el asunto al asegurar que, por parte de su partido, “no va a haber ningún tipo de negociaciones para un Gobierno, ni para una investidura que facilite que Sánchez llegue otra vez a la Moncloa de la mano de Iglesias y los partidos nacionalistas”. A su juicio, no hay otra opción que no sea ese gobierno, y cree que sería “nefasto para España”, por lo que su grupo no va a “marear la perdiz”. “¿Hay algún español que piense que Pedro Sánchez no tiene ya el Gobierno amarrado con Pablo Iglesias y los nacionalistas?”, se preguntó, para añadir después que los nacionalistas “eran los más felices con los resultados porque saben que con Sánchez en La Moncloa tienen su chollo”.
Arrimadas no dio ningún crédito a los anuncios que está realizando el socialismo sobre la posibilidad de gobernar en solitario. Dejó caer que está evitando pronunciarse en puertas de las elecciones de mayo porque alguno de sus barones le habrá pedido que guarde silencio para no perjudicar sus perspectivas electorales.
pelea con el pp Ciudadanos lamentó que no se haya podido articular una mayoría alternativa desde la derecha española, y puso en valor que se haya pasado de 32 diputados a 57, a 200.000 votos del PP. Ciudadanos culpó al hundimiento del PP de que la derecha española no haya podido sumar, y pidió una reflexión a Casado. Fue en ese momento cuando insinuó su interés político de quedar como líder de la oposición, con “un liderazgo muy consolidado” en Albert Rivera, frente a un PP débil.
El presidente de la patronal española CEOE, Antonio Garamendi, por su parte, comenzó ya a mostrar su criterio favorable a un gobierno de “centro izquierda”, en alusión al PSOE y Ciudadanos. En RTVE, dijo que “todo lo que gire alrededor del centro izquierda, como en otro momento del centro derecha, será lo mejor”, en referencia a un posible pacto entre PSOE y Ciudadanos. En un comunicado posterior, la CEOE tendió la mano “desde la lealtad institucional, el respeto permanente a la Constitución y a la Corona y mediante la apuesta decidida por el diálogo social”.