madrid - En la última jornada de la campaña electoral, el presidente del PP, Pablo Casado, habló a las claras de una de las principales posibilidades sobre la mesa una vez cierren las urnas mañana: reeditar el pacto a la andaluza de las tres derechas, de forma que los populares se unan a Ciudadanos y Vox para garantizarse el acceso, en este caso, a la Moncloa, siempre que les den los números. Con un lenguaje llano y sin ambages, influido quizás por tratarse de uno de los últimos intentos de atraerse el voto, Casado puso negro sobre blanco su visto bueno al aspecto más controvertido de esta estrategia, la confluencia con la formación de ultraderecha de Santiago Abascal. Así, llamó tanto a Vox como a C’s a “no pisarse la manguera” para sumar entre los tres.
“Al final Vox y Ciudadanos, tengan 10 escaños o tengan 40, van a tener la influencia que ellos quieran tener para entrar en el Gobierno o para decidir la investidura o la legislatura. Por tanto, ¿para qué vamos a andar pisándonos la manguera entre nosotros si lo que tenemos que hacer es sumar? Lo digo así crudamente”, aseveró en declaraciones a esRadio. Por ello, Casado llamó a unir el voto en torno al PP, alegado que lo que pide el votante que se ha ido a Vox es lo que él esta ofreciendo al frente de su partido. “Yo me entiendo con Vox y me entiendo con Ciudadanos, aunque ellos ni se hablan”, dijo el líder del PP.
En este sentido, consideró un “error” la estrategia de enfrentamiento del líder naranja, Albert Rivera, desplegada en los dos debates televisivos que se celebraron en el arranque de esta semana y acentuada con el fichaje por parte de C’s del expresidente de la Comunidad de Madrid, el ya exmiembro del PP Ángel Garrido. Casado dijo no entender que Rivera esté cargando contra el PP y le trasladó, como ya hiciera en los debates electorales a cuatro, que “no se equivoque de adversario”. “Ni sus electores ni los míos entenderían que no nos entendiéramos”, señaló. Así, recordó el acuerdo preelectoral que ofreció hace dos meses tanto a Ciudadanos como a Vox con el objetivo de sumar fuerzas y al que ambos partidos se negaron.
Tras expresar su seguridad de que el PP va a ganar las elecciones -“lo digo sin petulancia”-, agregó que tiene claro que su adversario no es otro que el presidente del Gobierno español y candidato del PSOE, Pedro Sánchez, al que definió como “el caballo de Troya de Otegi, Torra, Puigdemont y Rufián”. El presidente del PP aseguró tener “la política de pactos muy clara: yo no voy a apoyar a Sánchez” por que no piensa “facilitar un Gobierno para que salga del rositas el PSOE” que ha sido capaz de llegar al Pacto de Pedralbes en Catalunya y de apoyar la Ley de Abusos Policiales en la CAV. Por todo ello, “Pedro Sánchez es invotable”.
En este sentido, Pablo Casado expresó sus dudas sobre el hecho de que Ciudadanos haya cerrado la puerta del todo al PSOE. “Rivera juró que no iba a apoyar a Sánchez ni a Susana Díaz (en Andalucía) y lo hizo, y no me cabe la menor duda de que si suman, pactará con el PSOE”, aseguró. Preguntado sobre por qué los españoles deberían votar al PP y no a C’s o Vox, puso de relieve la “inexperiencia” de ambos puesto que, según recordó, “no han gobernado nunca”. “Cuando ganas las elecciones haces algo, pero cuando C’s ganó las elecciones en Cataluña qué hizo. Hay que actuar. Yo quiero que me dejen gobernar, hay que hacer un plan de choque, estoy dispuesto a ello”, se comprometió.
Votos para Sánchez en Euskadi Por su parte, el vicesecretario de Organización del PP y cabeza de lista por Araba, Javier Maroto, dijo que “todas las siglas de Euskadi menos el PP llevan a Sánchez a quedarse en la Moncloa; todas las demás, sin dejarme ninguna”. En el acto de cierre de campaña de los populares de la CAV, defendió que los socialistas están “interesados” en que se vote al PNV porque les apoyarán y “es igual que votar a Sánchez”. Podemos “tampoco les importa porque les necesitan” para gobernar y lo mismo sucede con EH Bildu porque este partido ya ha dicho que serán “determinantes y les apoyarán”.