vitoria - Un nuevo tiempo donde se abra paso el reconocimiento de la pluralidad del Estado. Iñigo Urkullu confía en que se cumpla este propósito tras el 28-A dando lugar a un periodo donde prime la “politización de la política” con el fin de “evitar trasladar a la Justicia problemas que deben encauzarse en el ámbito político”. Así se pronunció ayer el jefe del Ejecutivo vasco desde Lehendakaritza, donde recibió a los presidentes de las Audiencias provinciales, y aguardando a que el clima actual condicionado por el juicio al procés dé lugar a una fase de “mayor respeto, lealtad, altura de miras y búsqueda de acuerdos a favor de la convivencia”.
El lehendakari defendió otra forma de tejer las relaciones institucionales, subrayando que “las sociedades contemporáneas son más abiertas, dinámicas y plurales, más exigentes en la defensa de las ideas y los objetivos políticos en un marco de democracia y libertad”, por lo que considera que la acción de los gobiernos debe “favorecer cauces de solución a los problemas de naturaleza política”. “Nuestra responsabilidad es evitar trasladar a la Justicia problemas que debemos encauzar en el ámbito político. Entiendo la acción política como el instrumento para anticipar los problemas y favorecer las soluciones desde la única vía posible: el diálogo, la negociación y el acuerdo”, argumentó Urkullu.
En un discurso donde hizo una férrea defensa del “autogobierno reconocido”, la exigencia del “cumplimento íntegro del Estatuto y un cauce de reconocimiento a nuestra realidad nacional en el marco de un Estado plurinacional”, Urkullu desgranó dirigiéndose a los presidentes de las Audiencias provinciales que “estos días han tenido ocasión de conocer más de cerca la realidad de Euskadi, un país singular y plural. Nuestra vía es el binomio acuerdo-pacto y tiene un entronque histórico en las relaciones con el Estado”. Por ello, el lehendakari resaltó la necesidad de “ensanchar el acuerdo interno para profundizar en el autogobierno vasco singular y actualizar un pacto en el marco del modelo de Estado plurinacional”. Un horizonte que se enmarca en la propuesta de un nuevo estatus político y jurídico para la CAV.
“Nuestra vía es favorecer los puntos de encuentro y la convivencia porque contribuir a construir una sociedad mejor es el bien común que compartimos”, zanjó. Reconoció además que para conseguir acuerdos es necesario evitar “posicionamientos maximalistas o alejados del principio de realismo” aunque afirmó que tampoco hay que renunciar a idearios, objetivos o convicciones que se defienden con “plena legitimidad en el marco de la democracia”. - Igor Santamaría