barcelona - En puertas de que arranque el juicio por el 1-O y con el binomio Puigdemont-Junqueras aireando sus rencillas por la decisión del primero de exiliarse y del segundo por dar con sus huesos en la cárcel a modo de prisión preventiva, Quim Torra ofreció ayer aliento a los políticos soberanistas encarcelados ante la “vergüenza” que representa una causa por la que exigió nuevamente la “absolución” de los dirigentes catalanes. “No estáis solos”, proclamó, agasajando el Govern a las familias de los procesados con un acto institucional en el Palau de la Generalitat, después de que el Tribunal Supremo comunicara que mañana se iniciará el traslado de los presos a Madrid. En un acto solemne y de apenas diez minutos, precedido por la intervención de Meritxell Lluís, presidenta de la Associació Catalana pels Drets Civils y pareja del exconseller Josep Rull, el president hizo un llamamiento a “no desfallecer nunca” ni a dejarse “intimidar” por el Estado español. “Se van como prisioneros, con la conciencia limpia y tranquila por haber hecho aquello que debían hacer y que les habíamos pedido. Exigimos que vuelvan libres a su casa. Ni ellos ni nosotros nos dejaremos intimidar por la injusticia, la venganza ni el odio”, argumentó el Jefe del Ejecutivo catalán en un intento de arengar la unidad independentista.
Según Torra, el Supremo juzgará a personas que “defendieron que hacía falta poner el futuro del país en manos de los ciudadanos” y que cumplieron un “mandato electoral y democrático”. “Y esta es la vergüenza que el Reino de España deberá encarar durante muchos años”, añadió el máximo mandatario catalán, que arremetió duramente contra la “pena preventiva absolutamente abusiva” a la que están siendo sometidos los políticos soberanistas: “Se les ha quitado una libertad, un tiempo, unos años y unas vivencias que ya nadie les podrá devolver. De eso también tendremos buena memoria”. El president está seguro de que el derecho internacional y Estrasburgo “acabarán dando la razón” al independentismo, porque “la defensa de la democracia y la convocatoria y celebración de un referéndum no pueden ser nunca delito en la Europa del siglo XXI”. Avisó además de que los presos acudirán al juicio “no a defenderse de nada, porque no han cometido ningún delito, sino a explicar la verdad”.
Un “sacrificio inmenso y generoso” de esos dirigentes que debe ser correspondido por “firmeza y serenidad” por la ciudadanía: “Estemos a la altura del momento histórico. Sepamos darles todo el apoyo que necesitan porque, al fin y al cabo, nos juzgan a todos, a todo un pueblo y su derecho de autodeterminación”. “No desfalleceremos nunca. Persistiremos. Y lo conseguiremos. Empezamos juntos y libres y acabaremos juntos y libres”, recalcó.