madrid - Un día después de que Mariano Rajoy advirtiera a Pablo Casado contra “el sectarismo y los doctrinarios” a cuenta del pacto suscrito con Vox en Andalucía, José María Aznar bendijo ayer al actual presidente del PP y le designó prácticamente como su heredero político. Aznar y su sucesor Rajoy, dos caras de la misma moneda, ejemplificaron el contraste de las dos primeras jornadas de la convención estatal del PP, con discursos tan diferentes como el día y la noche. Este cónclave fue diseñado para afianzar ideológicamente el partido y el liderazgo de Casado, tras lograr por primera vez en democracia gobernar la Junta de Andalucía con sendos pactos con Ciudadanos y Vox. Un espaldarazo que Casado logró por parte de Aznar, figura central de la jornada principal de la convención en lo que supuso su regreso a este tipo de eventos tras años de ostracismo durante el marianismo.
La propia llegada del expresidente del Gobierno al recinto ferial de Ifema, acompañado de su esposa y exalcaldesa de Madrid, Ana Botella, fue triunfal y su discurso encendió los ánimos de los cargos populares, que le recibieron con todo el auditorio puesto en pie y le interrumpieron constantemente con sus aplausos. En dicho marco, José María Aznar definió al actual dirigente del partido, Pablo Casado, como un líder “como un castillo” que no tiene “tutelas, ni tutías”, en alusión a las palabras que el presidente fundador Manuel Fraga, dirigió al propio Aznar cuando le cedió el testigo del liderazgo en el congreso del partido de 1990.
El presidente de FAES agregó que Casado tuvo el “coraje” de dar un “paso al frente” el verano pasado “cuando el partido lo necesitaba” y se presentó a las primarias para presidirlo, y ahora “no dará un paso atrás en esa responsabilidad que el PP ha puesto sobre sus hombros y que es histórica”. En la parte final de su discurso, realizó un paralelismo entre la trayectoria de Casado y la suya propia hace 30 años, cuando un joven que también entonces tenía 37 años y venía de Ávila tomó las riendas de la formación. “Ese joven hoy es mucho más listo y sabe mucho más de política”, proclamó.
Eso sí, recalcó que “ninguno” de sus antecesores al frente del PP, en referencia a él mismo y a Mariano Rajoy, lo tuvieron “tan difícil”. “Por eso, quiero que sepan que vas a responder a ese gran compromiso porque creo que no solo tenemos un gran presidente del PP, sino que tenemos un gran líder y un líder como aquí se ha dicho con acierto sin tutelas, ni tutías, un líder como un castillo”, sentenció.
Aseguró que Casado “puede, quiere y sabe unir y sumar”, y se mostró convencido de que cada vez más españoles van a “reconocer en Pablo Casado la mejor razón para encontrar de nuevo su sitio en esta gran casa común” que es el Partido Popular, “asentada sobre los dos pilares” de su pasado, presente y futuro: España y la libertad. “¡Viva España!”, concluyó, provocando el aplauso del auditorio.
Ante esta pista de aterrizaje, el presidente popular, Pablo Casado, aseguró que tras las intervenciones de Rajoy y Aznar se está demostrando que el partido está “unido, fuerte y es la mejor vacuna contra lo que está pasando en España”. Subrayó que la convención está consiguiendo lo que se habían propuesto: “abrir el partido a la sociedad”, estar “muy orgullosos” del pasado del PP y dejar claro que son la “única alternativa de futuro para España”.
“Hay dos opciones: o el PP que sabe llegar a acuerdos con otras fuerzas para gobernar o un socialismo rehén de los independentistas, los podemitas y los batasunos, que es lo que se está viendo hoy”, proclamó, para añadir que en el PP hay “ideas, propuestas y, sobre todo, hay ilusión”.
Críticas a Sánchez José María Aznar se refirió a otras cuestiones durante su discurso y cargó contra el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, quien ha llevado a España a un punto “casi imposible de imaginar pero real: un Gobierno que hace depender los Presupuestos de un prófugo de la Justicia y de un preso preventivo por rebelión”. El propio Aznar y el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, acudirán hoy a la clausura de la convención, no así Rajoy.