sevilla - Tras el shock que supuso la pérdida de la Junta de Andalucía pese a resultar la fuerza vencedora en las elecciones del 2 de diciembre, Susana Díaz asumió ayer el rol de jefa de la oposición y ejerció como tal durante la sesión de investidura del candidato del PP, Juanma Moreno, que fue elegido presidente de dicha comunidad con el apoyo de Ciudadanos y Vox. No en vano, Díaz se juega su futuro político en su pugna constante con la dirección del PSOE en Ferraz, liderada por su gran oponente dentro del partido, el presidente español Pedro Sánchez.
Durante el Pleno de ayer, la ya expresidenta de la Junta acusó a Moreno de formar un gabinete de “cambio a peor”, sustentado en un “bloque de involución” en el que una fuerza de extrema derecha, Vox, tendrá la “sartén por el mango”. Criticó además al popular por comparar la Transición española con este cambio de gobierno, ya que “Suárez enterró el franquismo y usted va a entrar en el gobierno con sus herederos”, dijo.
La baronesa socialista, que fue la primera en felicitar ayer al recién elegido presidente de la región, añadió que “espero volver a tener la confianza mayoritaria de los andaluces cuanto antes”. Tras la noche electoral del 2-D, cuando saltó la sorpresa y se confirmó que la derecha sumaba y la izquierda no, Ferraz marcó su posición y abrió la puerta a un cambio de liderazgo en el PSOE andaluz. Susana Díaz contraatacó y se postuló de nuevo como candidata en las próximas elecciones autonómicas. En línea con esta ambición, se propone ejercer una oposición proactiva, vigilante y de férreo control al Gobierno de Moreno, al que buscará apretar todo lo que pueda.
Los afines a Pedro Sánchez en Andalucía han protagonizado un repliegue ante esta postura de firmeza de Díaz. La cercanía de las elecciones municipales y forales del 26 de mayo desaconseja abrir las hostilidades. De hecho, el resultado de dicha cita con las urnas será uno de los factores clave a la hora de despejar el tablero de juego. También la estabilidad del nuevo Gobierno andaluz, en el que PP y C’s deberán contar con el imprevisible apoyo de Vox para sacar adelante sus medidas.
La dura pugna mantenida por Sánchez y Díaz, con el trayecto de ida y vuelta protagonizado por el primero en la secretaría general del PSOE, sigue dejándose notar y marcando el complejo equilibrio en el seno del partido. - C.C.Borra