donostia - El portavoz del PP en el Parlamento Vasco, Borja Sémper, se desmarcó ayer de los guiños que su formación a nivel estatal está realizando al electorado de ultraderecha para contrarrestar la irrupción de Vox, por ejemplo con las 4.000 banderas de España que los populares repartieron el miércoles en Granada para conmemorar la toma de la ciudad por los Reyes Católicos. El político guipuzcoano subrayó la “lejanía oceánica” que separa a su partido de los de Santiago Abascal y, en pleno debate sobre si se alcanzará la mayoría necesaria para desalojar al PSOE de la Junta de Andalucía, rechazó la posibilidad de alcanzar cualquier acuerdo con la formación de ultraderecha si consiste en cargarse las ayudas contra la violencia de género.
En una entrevista en Radio Euskadi, explicó que “el PP tiene que buscar pactos y entendimientos con otras formaciones con las que comparte determinados principios de estabilidad, de pacto constitucional y concordia nacional”. Una condición que no se cumple con Vox, a la que se refirió como “una realidad política que ha venido a romper esos grandes consensos constitucionales que giran en torno a la concordia por su tono, por el fondo de su discurso y por las materias que quiere poner sobre la mesa”. Un discurso que “me aleja mucho de Vox como me aleja de Podemos”, admitió.
Borja Sémper insistió en que el partido liderado por el exdirigente del PP Santiago Abascal “es una realidad populista, y con el populismo partidos como el PP tienen que tener bien claro y defender con total naturalidad y normalidad que están alejados”. Consideró por ello que “simplemente hay que decir a la gente” que son partidos diferentes que defienden “cosas diferentes”. “Probablemente nos una que somos españoles, pero no vamos a empezar una guerra por ver quién tiene la bandera más grande”, apuntó, lo que va en dirección contraria a la estrategia emprendida por el presidente estatal del PP, Pablo Casado.
Políticas de género En cuanto al caso concreto de Andalucía, Sémper subrayó que “lo que sabemos y lo que existe” es que el PP ha acordado una batería de medidas con Ciudadanos “para provocar un cambio político después de 40 años de Gobierno socialista”. “Lo que existe más allá son especulaciones”, apostilló, por lo que se mostró convencido de que “ese futuro Gobierno en Andalucía se va a conformar con un acuerdo entre el PP y C’s, y punto”.
El también presidente del PP en Gipuzkoa señaló que su partido puede acordar con la formación naranja “y que se sume quien quiera”. “Si Vox se quiere sumar y quiere apoyarlo en una hipotética elección de investidura, bienvenido sea. Eso no quiere decir que pueda condicionar las políticas en Andalucía, y mucho menos en una materia tan sensible, tan extraordinariamente importante como es la violencia de género”, dijo.
Sémper se explayó sobre esta cuestión, tras la exigencia de Vox a PP y Ciudadanos de que supriman las políticas de género de su acuerdo programático para brindarles su apoyo en la sesión de investidura a la Junta andaluza. Aseguró por tanto que él no está dispuesto a que se “retire ni un céntimo” a la lucha contra la violencia machista. “Y no creo que eso vaya a suceder”, agregó.
A su juicio, “hay cuestiones fundamentales que son fruto no solo de los consensos que cristalizaron en el pacto de Estado contra la violencia de género, sino que se refieren a fenómenos extraordinariamente importantes y sangrantes, sobre los que no cabe frivolizar y sobre los que cabe una denuncia más dura hacia el populismo político que empieza a colonizar día a día la política española”. Respecto a Euskadi, opinó que Vox “no va a tener una entrada tan fuerte como en otros lugares”, tal y como sucedió en su día, valoró, con Podemos. - DNA/E. P.