la princesa Leonor cruzó el lunes el Rubicón de su rango institucional. Su padre, el rey Felipe VI, compartió protagonismo con ella durante el mensaje de Nochebuena ante las cámaras de televisión y los micrófonos de radio de buena parte de los medios generalistas del Estado español. Una fotografía de la princesa situada detrás del monarca, en la cómoda de fondo del salón de Audiencias del Palacio Real desde donde el monarca se dirigió a los españoles, la hizo permanentemente visible a ojos de la audiencia. La niña, de 13 años, aparece junto a su padre en un acto público celebrado el pasado 31 de octubre leyendo el artículo 1 de la Constitución española. Fue su primera intervención público como heredera.
Fue su primer acto público pero sin el eco mediático de su incursión en el mensaje navideño de su padre. La Zarzuela pretende visibilizar así el salto a la vida institucional de la princesa de Asturias como una proyección de futuro, alejándose del pasado. Con la simbólica fotografía la Corona quiere simbolizar su voluntad de permanencia y su apuesta por un proyecto de futuro encarnada por Leonor, la futura reina de España, si antes no cambia el régimen.