El consejero Azpiazu, desde la “preocupación y sorpresa”, mantuvo vigente el plazo límite de la medianoche para obtener una respuesta de los independentistas tras su rueda de prensa, pero no más allá. “Si mañana -por hoy- pasa a comisión el Gobierno pierde el control sobre el Presupuesto, y no lo podemos permitir”, afirmaba el titular de Economía, temeroso de que en el debate de enmiendas parciales la oposición pudiera desvirtuar el documento.
Tampoco Maddalen Iriarte cerraba las puertas al acuerdo. “No vamos a tirar la toalla”, aseguraba la portavoz de EH Bildu, quien afirmó que “hay tiempo para responder a las necesidades de la gente” y que la formación iba a seguir “trabajando hasta el último minuto, sin ultimátums”, pero su única respuesta fue remitir a la posición de la coalición de dos días antes.
Ambas partes consideraban que era la otra la que debía levantar el teléfono para desatascar la situación, lo que daba por rotas las negociaciones sin un portazo claro por parte de nadie, y a la espera de un movimiento de última hora desde las ejecutivas de ambos partidos por el que Itxaso Atutxa abogó por la mañana.
Azpiazu, en todo caso, lamentaba que EH Bildu saliera a anunciar su rechazo a la última propuesta del Gobierno sin haberle avisado antes. “No es fácil de entender”, afirmaba, tras sostener que, a esa hora, aún estaba “esperando una respuesta” a su propuesta. Desde la coalición negaban la mayor y decían que Iriarte envió un mensaje al consejero anunciándole las líneas maestras de su comparecencia.
En todo caso, el tiempo ya se había agotado, pues el Gobierno había exigido una respuesta antes de las 17.00 horas para poder preparar las enmiendas parciales en el caso de haber recibido una respuesta afirmativa. Dado que finalmente no llegó, hoy a primera hora el lehendakari presidirá un Consejo de Gobierno extraordinario, no necesariamente presencial, para decretar la prórroga presupuestaria. Así lo anunció a última hora de ayer el propio Iñigo Urkullu, que sin embargo mantenía la puerta abierta a alcanzar un acuerdo antes de la medianoche.
Por otro lado, sin acuerdo, el Gobierno es libre para incorporar, o no, a su Presupuesto las propuestas de EH Bildu. “Habrá que verlo”, se limitó a avanzar Azpiazu. Por su parte, fuentes del PNV aseguraban que el ejecutivo de Iñigo Urkullu tratará de “minimizar el impacto” de la prórroga “a través de los instrumentos que la ley le proporciona”.