barcelona - El presidente de la Generalitat, Quim Torra, reprochó al jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, lo que llamó su “relato inventado” sobre supuesta violencia en Cataluña y le emplazó ayer a que, en lugar de asumir “las tesis de la derecha” -que exige el 155-, el 21-D lleve a Barcelona “política y no policía”. Este emplazamiento lo expresó durante el pleno del Parlament, mientras casi en paralelo Sánchez, desde el Congreso, advertía de que será “firme y contundente” si los independentistas y el Govern incumplen la ley, aunque en este momento no ve razones para aplicar el artículo 155 de la Constitución. No obstante, el presidente catalán expresó su temor a que Sánchez, con quien no ha logrado aún programar una segunda reunión, pueda acabar ejecutando ese artículo de la Constitución para controlar los Mossos o incluso aplicarlo de forma “general”.
Una medida que ayer reclamó de nuevo la líder de Ciudadanos en Catalunya, Inés Arrimadas, exhibiendo en el pleno el número 155 impreso en un folio, poco antes de que el portavoz adjunto de JxCat, Eduard Pujol, partiera por la mitad otra hoja con la misma cifra impresa, que calificó como una “arma de represión”. En este contexto, Torra alertó de que Sánchez, a tenor de sus últimas declaraciones y acciones, “está asumiendo las mismas tesis de la derecha” e instó a los socialistas a evitar el 155. Torra resaltó que las tres cartas del Gobierno dirigidas esta semana a la Generalitat dibujan un “relato inventado” de violencia, el mismo que, a su juicio, llevó a diversos dirigentes soberanistas a la cárcel: “¿Queremos volver a crear el mismo relato insensato e irresponsable?”, se preguntó.
El presidente catalán lamentó que, si bien el 21-D esperaba que a Barcelona “viniera la política, resulta que lo que vienen son más policías”, y rogó: “Volvamos a la política, al diálogo”. Si bien Torra no desea un encuentro meramente protocolario con Sánchez el día 21, sí que reiteró su oferta de reunirse “de gobierno a gobierno”, para abordar la situación “de los presos y exiliados” y el “derecho a la autodeterminación” de Catalunya. Tras la actuación policial del pasado 6 de diciembre que la CUP calificó de “represión”, Torra salió en defensa a los Mossos y, aunque precisó que se revisará si ha habido mala praxis por parte de algún agente, avisó: “No se pueden atacar los cordones policiales”. También aprovechó las críticas de la oposición sobre la vía eslovena para puntualizar que se refería solo al proceso de Eslovenia hasta el referéndum de autodeterminación de 1991, ya que a partir de ahí empezó “otra vía”, desmarcándose así de los posteriores choques bélicos, que causaron decenas de muertos.
Así, cuando Arrimadas acusó a Torra de pertenecer a un “club de fans de la guerra de los Balcanes”, el president puntualizó que solo es un fan “de la democracia y la justicia”. El líder de PSC, Miquel Iceta, recalcó que “solo habrá una vía, la catalana, la del diálogo, la negociación y el pacto”, y pidió a Torra que dé la “bienvenida” al Gobierno en el Palau de la Generalitat el próximo 21 de diciembre. Una opción que descarta el Govern, cuya portavoz, Elsa Artadi, evitó volver a calificar la reunión del Consejo de Ministros como una provocación, aunque ayer fue la secretaria general de ERC, Marta Rovira, quien en unos tuits desde Suiza tildó el encuentro de “provocación política”. - DNA