barcelona - Cuatro presos por el procés catalán han hecho un llamamiento a los Comités de Defensa de la República (CDR) y grupos independentistas para que no utilicen la violencia en sus movilizaciones. Los exconsellers del Govern liderado en su día por Carles Puigdemont Jordi Turull, Josep Rull y Joaquim Forn, y el diputado de JxCat Pedro Sànchez reclaman que los actos de protesta sean “pacíficos” y que se “aísle sin complejos a los provocadores, infiltrados y violentos”.

El llamamiento de los tres exconsellers del Govern y del todavía diputado pese a estar preso fue dado a conocer por el colectivo Prou Ostatges (Basta de rehenes) al que los cuatro reclusos, que cumplen casi una semana en huelga de hambre, han trasladado su “preocupación” por el hecho de que “la acción de la gente con la cara tapada pase por delante del compromiso no violento”.

Los cuatro presos también muestran su contrariedad por que las acciones violentas “estén tapando su noble y loable acción”, en referencia a la huelga de hambre que están llevando a cabo en la cárcel de Lledoners (Barcelona) en protesta por la “injusticia” del Tribunal Constitucional que no atiende sus demandas de amparo. “Les preocupa mucho que la acción de gente con la cara tapada pase por delante del compromiso no violento y de un sacrificio personal extremo como es la huelga de hambre”, señaló el portavoz de Prou Ostatges.

Su reclamación llega en un momento delicado para el movimiento independentista después de que el pasado jueves varias movilizaciones de los CDR y de grupos autodenominados antifascistas trataron de reventar sendos actos de Vox en Girona y Terrassa (Barcelona) y terminaran en batalla campal con los Mossos d’Esquadra, que intervinieron para impedir el choque entre ambos colectivos. Los incidentes dejaron escenas de mucha violencia protagonizadas por grupos de encapuchados que se enfrentaron a los antidisturbios de la Policía catalana. Los enfrentamientos dejaron un saldo de dos detenidos, ya en libertad, y decenas de heridos, entre ellos una veintena de mossos.

Como consecuencia de estos incidentes, al día siguiente el president del Govern, Quim Torra, emplazó a su conseller de Interior, Miquel Buch, a que en un plazo de cuatro días tome medidas contundentes con los Mossos y revise los protocolos de actuación. Buch admitió algunos irregularidades en las cargas policiales contra los manifestantes y no descartó medidas disciplinarias contra agentes que reprimieron a los manifestantes. “No me temblará el pulso para echar a los agentes de la Brimo”, como se denomina a los antidisturbios de los Mossos.

Los sindicatos policiales catalanes censuraron estas palabras y las calificaron de inadmisibles al considerar que el president pone el “foco” en los Mossos y no en los encapuchados que protagonizaron los disturbios. Desde PP y Ciudadanos directamente reclamaron la dimisión del conseller de Interior y emplazaron al Gobierno español que tome el control de los Mossos y aplique ya el artículo 155.

El president Torra y el conseller Buch se reunieron ayer por la tarde para abordar la tormenta política desatada a raíz de las cargas policiales del jueves. - H.Unzueta