Bilbao - El delegado del Gobierno español en la CAV dejó entrever ayer que solo se acercarán a las prisiones de Zaballa (Álava) a los presos de ETA y la kale borroka que se acojan a lo que denomina nueva vía Nanclares. Jesús Loza otorgó mayor importancia a la reinserción de los presos que a los acercamientos y considera determinante el reconocimiento del daño injustamente causado.

Loza ofreció una rueda de prensa para valorar los cien días de su gobierno y, preguntado sobre que los traslados de presos no se hayan hecho a cárceles vascas, puso el acento en la reinserción y en la recuperación de la vía Nanclares, el procedimiento utilizado por el Gobierno de Zapatero para facilitar la reintegración de los presos que hicieron autocrítica y se apartaron de ETA y de la violencia.

Tras subrayar que el Gobierno español está trabajando en volver a poner en marcha un remedo de aquella iniciativa paralizada con la llegada a La Moncloa de Mariano Rajoy, señaló que su aspiración no se limita a acercar a los presos sino además a que acepten “la injusticia del daño causado” que a su vez conlleva la “rehumanización del propio terrorista”. El Ejecutivo de Sánchez pretende centralizar en la cárcel de Zaballa a los presos dispuestos a dar este paso, de lo que se podría desprender que aquellos que no realicen una autocrítica del pasado no serán trasladados a la prisión alavesa.

Precisamente ayer recaló en la cárcel de Zuera (Zaragoza) el preso Kepa Arronategi procedente de Almería, donde llevaba unos años cumpliendo su condena por su participación en el intento de atentado contra el rey Juan Carlos I en la inauguración del Museo Guggenheim de Bilbao en 1997. El Gobierno anunció la semana pasada el traslado del preso de Gernika debido a su grave enfermedad. También avanzó que trasladaría a Marta Igarriz -presa en segundo grado- de la cárcel de Castellón a la de Logroño, aunque en este caso todavía no la ha trasladado a la capital riojana.

En verano, el Gobierno reiteró que empezaría los acercamientos con los presos enfermos y los mayores de 70 años, aunque entonces no dijo que no recalaran en cárceles vascas.