barcelona - El Govern dejó ver ayer que, a pesar de las apelaciones a la vía unilateral si fracasa el diálogo con el Gobierno español, la desobediencia es un recurso de ultimísima instancia y casi retórico. El conseller de Acción Exterior, Ernest Maragall, aclaró que, aunque su gabinete va a ser “exigente”, no contempla retomar la vía unilateral, sino que está muy centrado en sentar las condiciones necesarias para el diálogo. Este alegato se produce a pesar del inminente juicio contra el procés, y aunque sigan presos los exconsellers. Ayer mismo, el Gobierno español confirmó que está trabajando para levantar el veto sobre una de las leyes catalanas afectadas por el Tribunal Constitucional. En concreto, está trabajando para desistir del recurso contra la ley que atañe a la sanidad universal y prepara acuerdos sobre las leyes de vivienda.
En declaraciones a Catalunya Ràdio, Maragall explicó que no es que ahora desde el independentismo se descarte totalmente la vía unilateral, porque esto sería “caer en una trampa” si no fructifica el diálogo. Además, aclaró que no renuncian a sus convicciones ni al proyecto republicano. El conseller mostró su compromiso en seguir “creando las condiciones” para que las reuniones bilaterales con Madrid sirvan para lograr avances, incluido “el reconocimiento de derechos como el de autodeterminación”.
“Seremos determinantes y exigentes, pero ahora no utilizaremos la vía unilateral, tenemos que seguir sentados en la mesa”, aclaró. Al mismo tiempo, anunció que está trabajando en la posibilidad de que se produzca una mediación internacional para conseguir el referéndum. “En Europa y el mundo tienen la sensación de que el Estado español no está asumiendo la realidad”, dijo. “Hay algunos países que creen que, como ahora hay diálogo directo entre los gobiernos español y catalán, ya no hace falta la mediación, pero yo creo que sí que es necesaria”, insistió.
El Consejo de Ministros inició ayer el proceso para desistir del recurso presentado ante el Tribunal Constitucional contra la ley catalana de universalización de la sanidad, el primero que se retira sobre una norma de Catalunya. Celaá explicó que, una vez aprobado el real decreto ley de sanidad universal en el Congreso, ya no hay “ninguna discrepancia”. El acuerdo se alcanzó la semana pasada y le seguirán otros que afectan a leyes catalanas sobre vivienda, entre ellos la de emergencia habitacional.
En este contexto, el Gobierno español anunció ayer que tiene intención de “volver a impulsar” una iniciativa parlamentaria como la que habían llegado a pactar esta semana el PDeCat y el PSOE y que apostaba por el diálogo entre el Ejecutivo y la Generalitat dentro del ordenamiento jurídico vigente. La iniciativa fue retirada por el PDeCAT después de que ERC se desmarcara de ella y pusiera en peligro su aprobación. Esa rectificación no sentó bien al portavoz Carles Campuzano, que se había bregado defendiendo la iniciativa al considerar que dentro de la ley se puede promover un referéndum.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz y ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celáa, subrayó lo “útil” que al Gobierno español le parecía la moción. Celáa mostró el convencimiento de que en algún momento el Gobierno español podrá encontrarse con las fuerzas catalanas “en el territorio común del autogobierno”. “Esto que es deseable va a ser posible, porque ni las movilizaciones ni otras herramientas que puedan tratar de incorporarse son útiles para que nacionalistas y no nacionalistas se pongan de acuerdo”, opinó. - DNA/Efe