barcelona - La inflamación dialéctica entre los Gobiernos español y catalán parece infinita. Ayer volvió a darse un nuevo episodio de cruce de declaraciones entre los dos presidentes que, casualmente, se encontraban fuera de su tierra. Pedro Sánchez en visita oficial a Suecia y Quim Torra en Bélgica para reunirse con su predecesor Carles Puigdemont. El president de la Generalitat no descartó la opción de abrir prisiones si las sentencias por la causa del referéndum del 1-O no son absolutorias y dijo estar dispuesto a llegar “tan lejos como llegó (el expresidente catalán, Carles) Puigdemont”. Su homólogo español le respondió al cabo de unas horas para decirle que “las sentencias hay que acatarlas” porque eso es lo que define al conjunto de la sociedad española.

Tras pedir una asistencia masiva a la manifestación de la Diada la próxima semana, el president Torra no aclaró en primera instancia cuáles serían sus pasos en el caso de que no haya un acuerdo con el Estado y finalmente el Tribunal Supremo condenara a los encausados en el procés soberanista. Pero dejó abierta esa posibilidad cuando los periodistas le cuestionaron si su anuncio de que no aceptará un fallo que no sea la absolución vendrá acompañado de una apertura de las cárceles catalanas gestionadas por la Generalitat para liberar a los presos independentistas. Aunque en esta ocasión matizó en reiteradas ocasiones que la respuesta la dará el Parlament de Catalunya. “Si las sentencias no son absolutorias, el pueblo deberá decidir cuál es la respuesta”, subrayó, para a renglón seguido añadir que “yo propondré a la Cámara cuál es la que creo que es la decisión que se debe tomar”.

Estas declaraciones las realizó en una rueda de prensa en la que estuvo acompañado del expresident Puigdemont con motivo de una reunión del grupo parlamentario de Junts per Catalunya en Bruselas. Torra aseguró que, en una entrevista con Cataluña Radio, nunca dijo expresamente que abriría las cárceles catalanas que acogen a independentistas si las sentencias son contrarias a la libertad de éstos, pero tampoco quiso descartar esa opción ante las preguntas de los periodistas.

Preguntado sobre hasta qué punto está dispuesto a llegar teniendo en cuenta que su predecesor en el cargo se encuentra en Bélgica huido de la Justicia en España, Torra dijo “estar dispuesto” a llegar “tan lejos como Puigdemont”, esto es, explicó, “ponerse a disposición del pueblo catalán”.

Desde Suecia, tras reunirse con el primer ministro del país, un día después de que el president de la Generalitat tendiera la mano al diálogo pero también dijese que no pensaba “aceptar” una condena a los procesados por el referéndum del 1 de octubre, Sánchez le acusó a Torra de poner en peligro “la convivencia”. y le pidió “más sentido de la responsabilidad y menos gesticulación”. Asimismo le dijo que en Catalunya “lo que está en juego no es la independencia sino la convivencia”. - DNA