madrid - El Gobierno español sostiene que la posible nueva aplicación del artículo 155 “no ha sido objeto de debate en ningún momento” pese a que Pedro Sánchez, desde Colombia, apelara por omisión a él ante las advertencias de un otoño caliente en Catalunya, “turbulencias” y “desobediencia” proferidas desde el sector independentista en el caso de que no se acepte un referéndum pactado o la vía judicial en el Tribunal Supremo no dé un viraje radical respecto a los políticos soberanistas encarcelados. Desde el Ejecutivo socialista advierten de que “el presidente dijo lo que dijo, y a ello nos atenemos”. Pero insisten en “dar una oportunidad al diálogo dentro de la ley porque interesa a todos”, reclamando, eso sí, al Govern de Quim Torra que “rebaje su tensión” y evite los “ultimátums”.
En rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, la ministra portavoz, Isabel Celaá, expresó su deseo de que no se incremente la escalada dialéctica entre ambos Ejecutivos, que ayer subió de decibelios tras la réplica del president al aviso del líder socialista con el 155. El jefe del Govern lamentó las amenazas del jefe del Ejecutivo español y puso en cuestión su voluntad de encontrar una solución política, pero la ministra optó por rebajar la tensión asegurando que “el Gobierno no tiene intención de recorrer ninguna escalada dialéctica”. “Queremos que el Govern rebaje su tensión porque no puede fijar a modo de ultimátum cuestiones que no están en camino de lo que es normalidad y significa una solución política”, manifestó. “Torra tiene que ser el presidente de todos los catalanes y no de parte”.
Torra replicó a Sánchez con tono amable que su vía es la obediencia al pueblo de Catalunya, con lo que dejó de nuevo la puerta abierta a la desobediencia si no hay un acuerdo en los términos que exige el president, es decir, a través de un referéndum de autodeterminación vinculante. En su respuesta a a través de Twitter, el president también llamó a dialogar, a fomentar “la convivencia y la no violencia”, pero recordando a Sánchez que le prometió buscar una solución política a un problema político. “Querido presidente Sánchez, creía haber entendido que a un problema político íbamos a buscarle una solución política”, reza el mensaje.
Según Celaá, “no aceptamos un referéndum que no es constitucional ni existe en ninguna Constitución del mundo. Otra cosa es que podría votarse un acuerdo sobre el Estatut”.