BILBAO - Bajo el lema Gudariak direlako, amnistía!, y partiendo desde la plaza Zabalburu de Bilbao sobre las 19.30 horas de ayer, el movimiento ATA (Amnistía Ta Askatasuna) desarrolló una marcha en defensa de los presos de ETA, en la que participaron decenas de personas, justo un día después de la manifestación impulsada por la iniciativa Kalera Kalera promovida por Sortu. Una misma demanda pero desde distintas posiciones. Los orígenes de este divorcio se remontan al año 2013, cuando el Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK) anunció que sus miembros estaban dispuestos a recorrer el camino de la legalidad para acogerse a beneficios penitenciarios.
En ese escenario, seis reclusos condenados por terrorismo -sobre un total de 271- mostraron desde las cárceles su adhesión a los postulados de los escindidos, lo que implicó su salida del EPPK. Desde ATA sostienen que la diferencia estriba en que “estamos hablando de una postura revolucionaria, que habla de dejarse de utopías, frente a otra posibilista como plantea Sortu”.
No en vano, ATA disiente de la apuesta por las “salidas individuales” que promueve el EPPK para quienes siguen en la cárcel. “Nosotros preferimos llamarlas salidas individualistas”, abogan desde este movimiento.
ATA justificó la marcha de ayer porque los presos siguen “en la cárcel, en la deportación o en el exilio por luchar a favor de la independencia de Euskal Herria y el socialismo”, de ahí que insten al Gobierno de Pedro Sánchez a declarar para ellos la amnistía de manera unilateral.
una postura disidente La marcha del pasado viernes de Kalera Kalera pedía, sin embargo, seguir “una hoja de ruta” que prevea la excarcelación hasta el último de los presos. Esto coincide con la decisión del Ejecutivo socialista de dar cierto giro a la política penitenciaria acercando a cárceles vascas a aquellos reclusos que sufren graves enfermedades o superan los 70 años de edad. En total, 24 presos reúnen esas características. - I.Santamaría