Madrid - El movimiento que ha realizado Pedro Sánchez para procurarse el respaldo de Unidos Podemos al techo de gasto no disgusta al resto de sus socios potenciales para la votación en el Congreso de los Diputados. La reforma que busca eliminar la capacidad de veto del Senado al techo de gasto la ven con buenos ojos el PDeCAT y ERC, y todo apunta a que también lo hace el PNV. La ejecutiva jeltzale no quiso valorar ayer este asunto y se remitió a la reunión que celebrará el viernes de la próxima semana, pero el portavoz del Gobierno vasco, el también jeltzale Josu Erkoreka, avanzó ayer que él percibe igualmente como algo excepcional y singular que el Senado tenga capacidad de veto en el techo de gasto cuando no tiene esa potestad con ninguna otra ley. Por lo tanto, dijo compartir que se elimine “la excepcionalidad”.
En declaraciones a la prensa en Bilbao, Erkoreka recordó que el derecho a veto del Senado se recuperó en 2012, durante la mayoría absoluta del PP, y considera que el régimen en la tramitación del techo de gasto debe ser el mismo que se aplica en las restantes leyes. “Y ese régimen da una prevalencia clarísima y evidente al Congreso, de manera que las enmiendas aprobadas en el Senado pueden ser perfectamente revocadas en el Congreso”, recalcó. Por ello, vio con buenos ojos que se elimine esta excepcionalidad porque “no tiene ningún sentido”.
catalunya El PDeCAT y ERC, por su parte, opinaron que ahora se dan las condiciones para comenzar a negociar en profundidad porque el esfuerzo no será baldío y no se exponen al veto del PP en el Senado. No obstante, el PDeCAT ha pedido que el mecanismo para modificar la Ley de Estabilidad Presupuestaria sea efectivo y no un “intento falso”. Incluso propuso que sea un decreto para no arriesgarse a que el PP maniobre en la Mesa del Congreso con Ciudadanos, donde tienen mayoría absoluta y pueden pedir informes jurídicos para retrasar o inadmitir propuestas. Carles Campuzano tuvo ayer un contacto con los socialistas para explicárselo. Unidos Podemos también pide un decreto porque, aunque la ley sea orgánica, lo que quieren cambiar es procedimental y no afecta a principios constitucionales. Desde ERC, por su parte, vieron “bien” este cambio, pero destacan que la última palabra la tendrá el Govern.