Barcelona - La distensión ha rebajado las expectativas electorales de Ciudadanos en el Estado español y de su filial, Ciutadans, en Catalunya, donde las últimas encuestas le otorgan una perdida porcentual que le arrebataría el liderazgo en votos y unos cuantos escaños. De ahí que el partido de Albert Rivera e Inés Arrimadas sea quien más se está afanando en mantener la tensión política y elevar la confrontación con iniciativas como la de retirar los lazos amarillos por tierra, mar y aire. Su plataforma, Impulso Ciudadano, movimiento cívico contrario a la independencia, procedió además ayer a denunciar ante la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) al conseller de Interior, Miquel Buch, y al jefe de los Mossos d’Esquadra por la “persecución ideológica” de constitucionalistas, después de que la Policía catalana identificase el fin de semana pasado a catorce personas, entre ellas un guardia civil, que planeaban la retirada de símbolos secesionistas en varios municipios de Tarragona. Esta organización estima que los Mossos están actuando bajo criterios “ideológicos”, lo que es “incompatible” con el “funcionamiento democrático” de las fuerzas de seguridad, dentro de una “campaña orquestada” desde la consellería que dirige Buch.
Un planteamiento diametralmente opuesto al del president Quim Torra, que remitió una carta al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, donde reclama que le informe “urgentemente” de las medidas disciplinarias que prevé adoptar contra los agentes del orden público que han protagonizado acciones contra el soberanismo. En la misiva, el jefe del Govern hace referencia, entre otras cosas, a que un guardia civil se encontraba entre los identificados en Tarragona, y alude asimismo a los “insultos” que, asegura, recibieron en una calle de Barcelona dos diputados del Parlament por parte de un policía nacional y la “agresión” que sufrió el fotoperiodista Jordi Borràs a manos de otro agente de este cuerpo policial en esta misma ciudad. En este sentido, Torra pide aclarar los hechos “lo más pronto posible” y ve “urgente poner fin a la escalada de violencia en Catalunya por parte de grupos violentos, armados y organizados, así como depurar responsabilidades”. La delegada del Gobierno en Catalunya, Teresa Cunillera, responderá la próxima semana, al volver de vacaciones, a Torra al respecto de la carta que éste le envió reclamando medidas ante presuntas agresiones de policías a independentistas, antes de enviarle la misiva a Marlaska. Le dirá “lo que él ya sabe” y la delegada no desveló.
Por ello, y “sin perjuicio de las acciones penales que se tengan que tomar”, Torra solicita que se le informe de forma “urgente” de las medidas disciplinarias que puedan adoptarse, puesto que estos hechos, afirma, “parecen adecuarse” a las prohibiciones tipificadas en la legislación española. Entre ella, cita la “ostentación o utilización de armas sin causa justificada, así como su uso en acto de servicio o fuera de él infringiendo los principios y normas que regulan su uso”.
agredida por una ‘estelada’ Es más, ayer mismo se conoció que una mujer de Barcelona, vecina del barrio de la Sagrada Família, denunció ante los Mossos un ataque con perdigones a su balcón, en el que hay colgada una estelada y varias pancartas a favor de la república catalana. La afectada explicó que fue un disparo de perdigón de 4,5 milímetros de acero y que, por la inclinación, parece que se hizo desde la calle. La mujer relató que los atacantes le lanzaron objetos al balcón, que se encuentra en un primer piso. Pero ante hechos así, o la retirada de los lazos amarillos, los socialistas se ponen de perfil. Nuevamente, como sostiene la fiscalía, la portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Adriana Lastra, aseveró que “ni es un delito poner un lazo, ni es un delito quitarlo”, por lo que dice que no entendería que “hubiera ningún tipo de persecución política ni a la gente que los pone ni a la gente que los quita”.
Entre tanto, Torra visitó ayer a los políticos independentistas encarcelados en Lledoners, en el marco de las “reuniones de trabajo” que mantiene para abordar la estrategia soberanista. En concreto, el president estuvo a lo largo de toda la mañana con el exvicepresident Oriol Junqueras, con los exconsellers Joaquim Forn, Jordi Turull, Raül Romeva y Josep Rull y los exdirigentes de Òmnium Cultural y ANC, Jordi Cuixart y Jordi Sánchez, respectivamente. Torra estuvo acompañado por la consellera de Presidencia y portavoz del Govern, Elsa Artadi. El pasado martes acudió a ver a la expresidenta del Parlament Carme Forcadell en el centro penitenciario Mas d’Enric (Tarragona).