BILBAO - Sortu señaló ayer que el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, “posibilitó la tortura” durante su etapa como juez de instrucción de la Audiencia Nacional, cuando ETA actuaba y “también posteriormente”, y le exigió que reconozca “el daño causado” a las personas afectadas. “Las personas torturadas necesitan esa reparación moral”, indicó la abogada de presos de ETA Amaia Izko, acompañada de personas que denunciaron torturas durante su detención incomunicada ordenada por el ahora ministro. En el marco de la conmemoración del día internacional de apoyo a las víctimas de la tortura, Izko afirmó que “el dolor” que padecen esas personas “también necesita un reconocimiento que permita convivir en paz” en Euskadi. Según destacó, “en muchos casos las inculpaciones y autoinculpaciones obtenidas bajo tortura han sido la única prueba para condenar a muchas personas”, por lo que instó a analizar este asunto en profundidad para “darle una solución”. A su juicio, “tanto Marlaska como el Gobierno de Sánchez tienen una oportunidad única para empezar a aplicar la justicia transicional”, un conjunto de medidas judiciales y políticas que diversos países han puesto en marcha para favorecer el esclarecimiento de la verdad, la rendición de cuentas y la reparación. - Efe