Cuando un partido se prepara para escoger a un nuevo líder, es tradición que ninguno de los aspirantes confirme su candidatura hasta que se fije de manera oficial la fecha del cónclave. En el caso del PP, que busca un sucesor tras el desalojo de Mariano Rajoy de la Moncloa, será el lunes cuando ponga fecha al Congreso Extraordinario de julio, y será a partir de entonces cuando los candidatos comiencen a destapar sus cartas. A pesar del silencio sepulcral de los posibles contendientes, en la era de las redes sociales se producen movimientos difíciles de controlar y anónimos, como los que se han producido en las últimas horas con dos plataformas de Twitter que han comenzado a movilizarse a favor de la exvicepresidenta española, Soraya Sáenz de Santamaría, y la exministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, enemigas irreconciliables.

El favorito en todas las apuestas para hacerse con la presidencia del PP es el líder de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Es el preferido dentro del partido por sus mayorías absolutas en Galicia, por haber evitado la entrada de C’s en el Parlamento autonómico, y por su discurso moderado. Está por ver si Sáenz de Santamaría y Cospedal dan un paso al frente. El PP es un partido donde no existe una tradición favorable a las primarias, y en algunos sectores está causando preocupación cómo podría acabar una pugna entre las dos exministras, muy enfrentadas a nivel político y personal. Sáenz de Santamaría, en principio, cuenta con el apoyo de los populares vascos y andaluces y, además, tiene una buena reputación en las encuestas y puede contar con opciones en esta votación abierta a la militancia. Cospedal, que además es la secretaria general del partido, parece en principio la peor situada. Una plataforma de internet ha propuesto una lista de unidad entre Feijóo y Sáenz de Santamaría para evitar en la medida de lo posible un choque. Cospedal quedaría fuera, y probablemente un pacto de esa naturaleza provocaría que no saltase a la arena porque sus opciones serían mínimas.

Seguidores de la ex vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría y simpatizantes de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, han lanzado cuentas en redes sociales para apoyar sus candidaturas. Además, una plataforma ha lanzado otra cuenta para respaldar una candidatura de “unidad” de Feijóo y la ex vicepresidenta. La cuenta @YoConSorayaPP nació el jueves en Twitter e identifica a la exvicepresidenta como un puntal clave para la “regeneración política”. “Soraya Sáenz de Santamaría lo ha demostrado estos años al frente del Gobierno de Mariano Rajoy y es la persona idónea para liderar el Partido Popular en estos momentos de regeneración”, dicen. La cuenta tenía ayer más de 300 seguidores.

Horas después se lanzó la cuenta a favor de Cospedal, que hasta ahora tenía un seguimiento testimonial y que se limitaba a animar a la exministra de Defensa a dar el paso. Por otro lado, la cuenta @UnNuevoPP apuesta por una candidatura de unidad entre Feijóo y Sáenz de Santamaría. Rajoy va a presidir este lunes la reunión de la Junta Directiva Nacional del partido para poner fecha al cónclave de julio.

Feijóo, el favorito, sigue sin pronunciarse en público y ayer sorteó como pudo a los periodistas que le esperaban en su visita a la Facultad de Económicas de Vigo. No quiso confirmar si va a presentarse. “No, no, no consideres que es una desconsideración, pero vamos a trabajar con los rectores”, dijo a los periodistas.

un candidato que una El vicesecretario de Política Social y Sectorial del PP, Javier Maroto, por su parte, apostó ayer por un candidato que pueda unir a todas las sensibilidades. En una entrevista concedida a Telecinco, pidió abordar las primarias para estar “más unidos que nunca” y recuperar la “ilusión” de los ciudadanos. Pidió un PP “más rico” y “plural” y generar ilusión a quienes por distintas razones han dejado de estar contentos con el partido. En lo personal, trajo a colación su desalojo del ayuntamiento de Gasteiz y lo comparó con la situación que está viviendo Rajoy. “Ya sé lo que es tener el respaldo de la calle y no conseguir que eso se refrende en el ejercicio del poder, sé que la experiencia personal es traumática”, dijo.