madrid - El PP ha pasado de un día para otro de estar en el Gobierno a la oposición. El portavoz popular en el Congreso, Rafael Hernando, anunció que su grupo hará una oposición “sin concesiones” al Ejecutivo de Pedro Sánchez. El discutido dirigente del PP prometió que será un trabajo a la contra “leal, responsable y sensato”. Pero ayer por la mañana se produjo el primer encontronazo. Los socialistas solicitaron que no haya sesión de control al Gobierno en el pleno de la próxima semana. Todos los partidos, menos el PP, secundaron esa propuesta para dar un margen de cortesía a Sánchez y sus ministros que acaban de aterrizar en Moncloa.
“Sánchez no ha explicado en esta Cámara, que le ha dado legitimidad, qué va a hacer. Sus ministros van a las televisiones, en muchos casos a decir sandeces, y no se someten a la sesión de control”, lamentó Hernando, quien recordó que el secretario general del PSOE presentó a su gabinete en un acto en el que no se admitieron preguntas de los periodistas.
El portavoz popular sospecha que Sánchez “se esconde” y reclamó la comparecencia de todos los ministros en el Congreso. La lista de reproches no se acaba en la sesión de control. El PP planea vengarse por la “traición” del PNV y enmendará partidas presupuestarias en la Cámara Alta, según ratificó Hernando, aunque no todas. - I. Santamaría