El lehendakari recibió ayer la proclamación del nuevo presidente español, Pedro Sánchez, con la misma reivindicación que planteó a su antecesor: el cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika, con el traspaso de las 37 competencias pendientes. La diferencia con respecto al mandato de Rajoy radica en que el nuevo mandatario es socialista, del mismo signo político que los aliados de Iñigo Urkullu en el Gobierno Vasco de coalición. Este dato puede propiciar que Sánchez se sienta más vinculado por el pacto de coalición, que apuesta con claridad por el cumplimiento íntegro del Estatuto y fija como prioritarios los traspasos de prisiones y la gestión del régimen económico de la Seguridad Social. A todo ello se suma que Sánchez pretende mantener una interlocución fluida con el lehendakari, a quien citó expresamente en su discurso durante la moción de censura para poner en valor su implicación en la búsqueda de una solución dialogada para Catalunya. Además, va a tratar al PNV como su socio preferente, después de que los jeltzales le brindaran un apoyo decisivo para desalojar a Rajoy. En el pleno del Congreso les lanzó una primera invitación para negociar los Presupuestos del próximo año.
Urkullu espera que se abra una nueva etapa para encarrilar esta demanda histórica. Ha enviado un mensaje al socialista para felicitarlo por su cargo institucional, y ayer confió públicamente en que puedan abordar “el cumplimiento íntegro del Estatuto de Autonomía de Gernika y avanzar en el autogobierno”. Por ello, se ha puesto a disposición del presidente para forjar una relación institucional “basada en el diálogo y en la voluntad de acuerdo”. Recordó que PNV y PSE son aliados en el Gobierno Vasco y, por lo tanto, los socialistas “saben cuál es el compromiso” que han asumido en el programa del Ejecutivo. El lehendakari confía en que Sánchez sea “consciente de la necesidad de cumplir el Estatuto de Gernika”, que facilite que se avance en el autogobierno vasco, y que aborde un debate sobre el modelo de Estado “pendiente desde hace ya una década”.
El lehendakari envió hace unas semanas una carta al expresidente Rajoy para abordar el traspaso de todas las competencias, cumpliendo el mandato del Parlamento Vasco del pasado mes de abril. La relación de confianza con Rajoy hasta su caída por el caso Gürtel propició un relevante acuerdo para actualizar el Concierto Económico y renovar la plantilla de ertzainas, pero no se llegó a materializar ningún traspaso competencial. Sí habían iniciado los trámites para convocar la Comisión Mixta y abordar en exclusiva el traspaso de dos líneas de ferrocarril, pero es una transferencia obligada por una sentencia del Tribunal Constitucional. Todo queda pendiente de que Sánchez constituya un gobierno y tenga un tiempo de rodaje para retomar la relación institucional y abordar este asunto pendiente, que no es más que el cumplimiento de una sentencia judicial sobre dos líneas concretas. El Gobierno Vasco está atento al relevo de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, quien se encargaba hasta la fecha de abordar estos asuntos con el consejero de Autogobierno, Josu Erkoreka.
El pasado día 23, después de que el PNV anunciara el apoyo a los Presupuestos estatales de Rajoy, el Ministerio de Fomento envió al Gobierno vasco una respuesta a su requerimiento sobre el traspaso de las dos líneas. Madrid eliminó las dos líneas del catálogo de interés general del Estado, y aceptó comenzar el traspaso. Mientras tanto, acordó una gestión compartida entre el Estado y la comunidad autónoma de manera transitoria. Las dos líneas afectadas son la 08-782 Basurto Hospital-Ariz, y la 08-784 Irauregi-Lutxana-Barakaldo. Son dos de los once trayectos de cercanías de Renfe y Feve que transcurren íntegramente por la comunidad autónoma y cuyo traspaso pide Urkullu en cumplimiento de los artículos 10.32 y 10.33 del Estatuto.
En una visita a la empresa HA Ilarduya en el barrio de Boroa de Amorebieta, Urkullu recordó que sus prioridades son el empleo, la estabilidad, las políticas públicas y “profundizar en la convivencia en Euskadi y en la convivencia entre Euskadi y España en el Estado español”. Aludió a la sentencia del caso Gürtel y pidió una “catarsis en la acción política”, un ejercicio de rigor, transparencia y generar confianza en la ciudadanía.