Madrid/pamplona - Dos peritos de la defensa de uno de los ocho acusados del caso Altsasu, licenciadas en Medicina y Cirugía, cuestionaron ayer en la octava sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Nacional la supuesta paliza que sufrieron los dos guardias civiles y sus parejas, dadas las escasas o nulas lesiones que presentaban tras los hechos. Además, afirmaron que la rotura de tobillo que sufrió el teniente pudo obedecer a una torcedura y no a un golpe, y agregaron que, dados los partes de lesiones, la agresión pudo ser cometida por dos personas o incluso por una sola.
Las peritos consideraron que las heridas que presentaban los cuatro denunciantes son incompatibles con la versión de una agresión múltiple de 20 o 25 personas, porque cabría esperar más lesiones de tipo contusivo, más severas y en diferentes territorios corporales. En este sentido, destacaron que la fractura de tobillo que sufrió el teniente, la lesión más grave ocurrida durante los altercados, es una lesión “muy común” y que por el tipo de ruptura es más coherente con una torcedura seguida de una caída que con un golpe sufrido de brusca.
A este respecto, las expertas explicaron que un golpe directo en la pierna “no es la causa más habitual” para el tipo de fractura que presentaba el teniente en el tobillo, de tibia y peroné. Señalaron que “pisar mal un bordillo” puede causar este tipo de fracturas, incluso en una persona joven, al contrario de lo que declaró la médico forense de Pamplona que examinó a las víctimas, para quien tuvo que ser “algo que impactara con ese tobillo directamente con alta energía”.
Para estas peritos, las lesiones que presentaba el teniente podrían ser compatibles con un solo agresor, ya que si hubiera habido agresores múltiples habría más lesiones y serían de más intensidad. En este sentido, hicieron hincapié en la ausencia de lesiones de defensa de los agredidos.
En relación con el sargento, explicaron que la lesión cervical que presentaba podría ser debida a “levantar un peso excesivo o a la práctica deportiva” y agregaron que no es normal que tardara en curar meses, como señalaron los forenses de las acusaciones, ya que suelen sanar en un periodo de 20 a 30 días. “En la Seguridad Social tenemos una tabla de las duraciones de los procesos de incapacidad temporal, y en ninguna de esas tablas existe esa duración tan larga”, subrayaron.
HEMATOMAS DE DISTINTO COLOR Además, las peritos destacaron que la novia del teniente presentaba tres hematomas de distinta coloración, por lo que a su juicio pertenecerían a distintos días. “Hemos probado distintas coloraciones según el tiempo transcurrido, con lo cual estarían producidos en días diferentes”, declararon. En cuanto a las lesiones de la novia del sargento, que presentaba un solo hematoma, tampoco serían compatibles con el relato de una agresión múltiple, sino que responderían a un único agresor.
Para estas peritos, las dos parejas de los guardias no presentaban suficientes hematomas en el cuerpo como para haber sufrido una paliza de un grupo de veinte personas. “La situación de superioridad que se relata haría esperar un parte de lesiones más extenso, con más contusiones”, concluyeron. Posteriormente añadieron, a preguntas de la acusación, que las heridas podrían haber sido causadas por una o dos personas.