BILBAO - Varios colectivos de curas y sacerdotes vascos se han desmarcado de la declaración conjunta de los obispos vascos sobre el reconocimiento del daño causado por ETA realizada la semana pasada tras la publicación del comunicado de la banda en la que pedía perdón a las víctimas pero distinguiendo entre aquellas víctimas premeditadas y las provocadas de manera colateral. En concreto son Comunidades Cristianas Populares, Coordinadora de Sacerdotes de Euskal Herria y Herria 2000 Eliza los grupos que reclaman a los obispos vascos que extiendan su solidaridad a las víctimas “de todas las violencias sin excepción”.

En un comunicado conjunto publicado ayer, los tres colectivos reprochan a los obispos vascos “su silencio ante la práctica probada de la tortura”. El comunicado de los obispos estaba firmado por toda la cúpula eclesial vasca. Lo rubricaron el arzobispo de Iruñea y obispo de Tudela, Francisco Pérez; y los obispos de Bilbao, Mario Iceta; Donostia, José Ignacio Munilla; Gasteiz, Juan Carlos Elizalde; el de Baiona, Marc Aillet; y el obispo auxiliar de Iruñea, Juan Antonio Aznárez. En su declaración pedían “perdón” por la actitud que ha mantenido parte de la Iglesia vasca respecto a ETA por sus “complicidades, ambigüedades y omisiones” ante la violencia de la banda.

Por su parte, Comunidades Cristianas Populares, Coordinadora de Sacerdotes de Euskal Herria y Herria 2000 Eliza realizan una valoración positiva del último comunicado de ETA. Destacan que en su última declaración hasta la fecha, ETA, “de forma unilateral e incondicional, reconoce el daño causado, asume su responsabilidad colectiva” y expresa su “compromiso con la superación definitiva de las consecuencias del conflicto, con la no repetición” y con “una tarea de reconciliación que en su medida se está produciendo con honestidad entre la ciudadanía”.

A su juicio, el proceso seguido por ETA tras el desarme y su próximo final definitivo constituyen “pasos decisivos hacia una nueva época que implican, desde su correspondiente responsabilidad, en especial al Estado y Gobierno españoles y a sus instituciones, también a los autonómicos, a grupos políticos y a toda la ciudadanía, para lograr la completa superación del conflicto y la paz que viene de la justicia y respeto de todos los derechos”.

También hacen una referencia a la situación de los presos de ETA, como lo hicieron los obispos. En este sentido, los tres colectivos religiosos reclaman “la supresión de las condiciones de excepcionalidad de los presos políticos vascos”. - DNA