gasteiz - Por primera vez en su historia, y a punto de que ésta finalice, ETA ha pedido perdón a sus víctimas. Sin embargo, el comunicado no ha satisfecho a las asociaciones que representan a los damnificados por la banda por varios motivos, principalmente por la distinción entre unos asesinados y otros que “no tenían responsabilidad alguna”. También porque deja en el aire muchos crímenes sin resolver, más de 300, que la organización asume desde la “responsabilidad colectiva”.

ETA achaca a “errores o decisiones erróneas”, y a las “necesidades de todo tipo de la lucha armada”, la muerte de esas víctimas “que no tenían una participación directa en el conflicto, tanto en Euskal Herria como fuera de ella”.

En relación a los atentados sin resolver, la banda asegura en el anexo que acompaña al comunicado que “ha reivindicado todas las acciones que ha realizado en sus periódicos comunicados, y en ellos la militancia de ETA ha asumido una responsabilidad colectiva. ETA ya ha aclarado qué es lo que ha hecho”. Dicha responsabilidad colectiva diluye las responsabilidades personales y judiciales que pueden derivar de los atentados no aclarados y mantiene vigente una de las dos líneas rojas que el EPPK marcó a sus presos, la de la delación. La otra, la del arrepentimiento, queda superada, en mayor o menor medida, con el comunicado hecho público ayer por Gara y Berria.

Además, el texto añade que su asunción colectiva de los atentados no ha tenido contrapartida, pues “todavía hoy existen muchas acciones violentas producidas en Euskal Herria que nadie ha asumido, que nadie ha esclarecido”.

Hay por otro lado, como denunciaba ayer el director del Centro Memorial de las Víctimas, Florencio Domínguez, atentados de ETA que se le achacan y que no han sido reivindicados por la organización, como el secuestro, tortura y asesinato de tres jóvenes gallegos o el atentado de la calle Correo de Madrid, que en 1974 dejó trece muertos en la cafetería Rolando.

En todo caso, el postrero comunicado de ETA difiere de anteriores en el tono y también en el contenido. Así, por primera vez se pide perdón de forma meridiana. “Hemos provocado graves daños que no tienen vuelta atrás. A estas personas y a sus familiares les pedimos perdón. Estas palabras no solucionarán lo sucedido, ni mitigarán tanto dolor. Lo decimos con respeto, sin querer provocar de nuevo aflicción alguna”, señala la banda.

También afirma ETA que “ha intentado realizar su declaración desde la honestidad y el pleno respeto. Creemos sinceramente que la ciudadanía vasca anhela enraizar la convivencia, sin olvidar el pasado, pero sin hipotecar el futuro, con ganas de encarar los debates pendientes en condiciones democráticas y con respeto mutuo”.