BARCELONA - Si el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, no permite a Jordi Sànchez, candidato a presidir la Generalitat, asistir al Parlament para poder ser investido, con toda probabilidad Roger Torrent, presidente de la Càmara catalana, procedería a anular el pleno convocado para mañana. Así lo corrobora el vicepresidente primero del Parlament, Josep Costa, de Junts per Catalunya (JxCat), al afirmar que si el magistrado denegara la excarcelación, no podría tener lugar una sesión sin el aspirante a regir los destinos del Govern. “Si Jordi Sànchez no puede asistir al pleno, al debate de investidura, no se podrá hacer”, zanjó el dirigente de la formación que lidera el expresident Carles Puigdemont.
Ayer mismo el propio Sànchez reclamó poder estar presente en la Cámara defendiendo que sería “la oportunidad de encarrilar una solución política” a la situación de Catalunya. El número dos de JxCat, ahora encarcelado, alega que las medidas cautelares que el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas dictó sobre él “son vinculantes para el Estado” y deben desembocar en que pueda acudir presencialmente a la Cámara catalana. Según dictó el Constitucional en un auto del 27 de enero, es imprescindible que el candidato esté presente en el pleno para poder ser investido y ahora mismo no está claro que Sànchez obtenga el permiso del juez para cumplir con este requisito.
En este escenario Costa, que quiere pensar en que “habrá una respuesta afirmativa” por parte de Llarena, apuesta por abrir una “reflexión profunda” sobre los próximos pasos si fracasa la candidatura de Sànchez, y advirtió: “¿Quién nos dice que no nos enviarán a prisión a cualquier candidato que propongamos?”. Costa resaltó que el juez “se lo tiene que pensar bien” porque “sería gravísimo” que no dejara salir de Soto del Real al exlíder de la ANC tras la admisión a trámite de la demanda por parte de la ONU.
De lo que no quiso dar pista alguna el dirigente de Junts per Catalunya es sobre nuevos nombres que de manera efectiva pudieran convertirse en president. Ni siquiera se atrevió a atestiguar que habría que retomar la opción de Puigdemont. Si hay un nuevo veto, lo que “entonces tocará hacer es una reflexión muy grande sobre las circunstancias que vive Catalunya y el Parlament, si ha servido de algo votar y si se respetan los resultados de las elecciones”.
Para JxCat la mejor estrategia a partir de ahora pasa por aprovechar el eco internacional como consecuencia de las últimas resoluciones judiciales sobre los exdirigentes del Govern exiliados en el extranjero. Además, Costa ahondó en que la celebración de otras elecciones no sería el escenario deseable, si bien se ha mostrado convencido de que de celebrarse, “las fuerzas independentistas las volverán a ganar”, tal y como sucedió el 21-D pese a la aplicación del artículo 155.