donostia - Etxerat anunció ayer que el Ministerio de Justicia francés ha acercado a los presos de ETA Arkaitz Agirregabiria y Iurgi Garitagoitia desde dos cárceles parisinas hasta Lannemezan, a algo más de 300 kilómetros de Euskadi. A diferencia de los acercamientos anteriores, ambos reos estuvieron implicados de manera directa o indirecta en ataques de la organización armada. Con estos dos movimientos, uno de cada cuatro reclusos de ETA en Francia ya se encuentra en las dos prisiones más próximas a Euskadi. Estas dos decisiones adquieren mayor relevancia habida cuenta del marco en el que algunos agentes delimitaron los siete acercamientos anteriores. Covite, que se reunió con representantes del Ministerio galo de Justicia, se había mostrado “de acuerdo” con otros traslados porque no se cruzaban “líneas rojas” tales como que no habría acercamientos de quienes tuvieran “delitos de sangre o condenas pendientes en España”, así como que les queden por cumplir menos de 3 años de prisión.

Semanas después de estas declaraciones, y con una Francia que hace un año terminó de desmarcarse de España a cuenta del desarme, estos planteamientos caen con los dos últimos traslados, enmarcados en el procedimiento legal que los presos del EPPK han decidido seguir a través de solicitudes individuales.

Por un lado, porque Agirregabiria se encuentra entre los condenados por el robo de vehículos en 2010 y que concluyó en un tiroteo contra la Gendarmería en el que fue asesinado Jean-Serge Nérin, última víctima mortal de ETA. El considerado lugarteniente de Mikel Carrera fue condenado a 25 años por intento de asesinato al usar su arma. Ha sido trasladado desde Fresnes (880 kilómetros).

Una distancia similar a la que ha recorrido Garitagoitia, condenado a 15 años por herir a un gendarme en 2009, pero a quien la policía española acusó de ser el coordinador del comando que acabó con la vida de Isaías Carrasco y de Inaxio Uria.

En Poissy, cárcel también próxima a París, se encontraba Garitagoitia, que fue condenado junto a Asier Borrero e Itziar Plaza por herir durante un tiroteo a otro gendarme en el municipio de Sainte-Enimie en junio de 2009.

Los casos de Borrero -que sigue en Poissy- y Plaza -en Réau- son dos de los expedientes que retiró Francia, más centrada en hacer frente a la amenaza yihadista, de su fichero de presos especialmente peligrosos.

Sin modificar la legislación penitenciaria, Francia también retiró a otros reclusos del fichero, como Zigor Garro y Julen Mendizabal, que fueron los primeros en acercados en febrero. Este último y Jon Salaberria, trasladado en marzo, han quedado en libertad hace escasas fechas.

Josu Urbieta (condenado a 16 años tras el robo del asesinato de Nérin) y Raúl Aduna se hallan en Mont-de-Marsan, mientras que Didier Agerre, Ohian Barandalla, Iñaki Esparza, Ibon Fernandez, Frederic Haranburu, Alberto Ilundain, Juan Cruz Maiza y Joseba Segurola, se encuentran recluidos en Lannemezan según el censo de reos que publicó Etxerat el 31 de marzo.

Con estos datos y tras los nueve acercamientos, uno de cada cuatro presos que cumple condena en Francia -son 53 en total- lo hace en las dos prisiones próximas a Euskadi.

De permiso Por otra parte, Xabier Sagardoi, preso en segundo grado, salió ayer de prisión tras concedérsele un permiso de fin de semana. El de Sagardoi es, sin contar el de Sara Majarenas por su situación excepcional, el primer permiso enmarcado en la nueva estrategia del EPPK de abrazar la legalidad.