barcelona - Jordi Sànchez, número dos en la lista de Junts per Catalunya (JxCat) el 21-D y expresidente de la ANC, vuelve a ser la alternativa del soberanismo para presidir la Generalitat. Justo antes de que la justicia alemana diera un varapalo al juez de Supremo Pablo Llarena decretando la puesta en libertad de Carles Puigdemont, éste había dado un nuevo paso para desencallar la situación de la designación del nuevo presidente de la Generalitat. En una carta remitida a sus compañeros del grupo parlamentario de JxCat, Puigdemont se echaba a un lado, se descartaba para el cargo y proponía para el mismo a Sánchez, preso en la cárcel de Soto del Real.
Una vez que Puigdemont dio este paso, y sin solución de continuidad, los hechos se fueron sucediendo. Jordi Turull, en la cárcel de Estremera, seguía el mismo camino, renunciaba a ser presidente y apostaba por Sànchez. Tras la decisión de Puigdemont y Turull, JxCAT anunció formalmente su apuesta porque Sànchez sea el candidato a presidente a la Generalitat, aunque matizó que no renuncia a investir a Carles Puigdemont en otro momento de la legislatura.
postura de la ONU Así, quedaba finalmente por saber cuál sería la decisión del propio Sànchez. En una carta al grupo parlamentario de JxCat, mostró su “plena disposición para afrontar un debate de investidura” para convertirse en el próximo presidente de la Generalitat.
En la carta, Sànchez señalaba que el Parlament ya intentó investirle semanas atrás, pero el juez Llarena “optó por impedir la celebración de este debate, que debería ser bien normal en una democracia europea en pleno siglo XXI”. Pese a que su investidura resultó fallida entonces, Sànchez esgrime que ahora existe una novedad que abre una “rendija” para ser investido: la resolución del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas del 26 de marzo que pide, como medidas cautelares, que sus derechos políticos sean respetados. “Proponer mi investidura ahora es una decisión justa jurídicamente y necesaria políticamente. Es evidente que el Estado español no tiene otra opción que hacer respetar la resolución del Comité de Derechos Humanos”, concluía su misiva el diputado de Junts per Catalunya - DNA