GASTEIZ - ¿Qué nota pone al Gobierno Vasco por sus políticas en materia de víctimas?

-Le pondría una buena nota porque estamos trabajando con el Gobierno Vasco, a través del Consejo vasco de participación de víctimas del terrorismo, y tenemos debates en los que ponemos todas las cuestiones sobre la mesa. A veces, conseguimos modificar algunas cuestiones que no nos parecen bien y, sobre todo, es una mesa de trabajo en la que se nos informa e informamos de nuestras inquietudes y propuestas.

¿Y al Gobierno navarro?

-Lo mismo. Llevamos años trabajando, aunque es verdad que tenemos el hándicap de que este gobierno tiene el apoyo de EH Bildu. Eso nos echa para atrás. Por lo demás, estamos trabajando bien con el Gobierno foral y con su presidenta y hay que darle un margen de confianza. Hay un sector de las víctimas a la que no le parece bien y yo no entro a valorarlo, pero la AVT trabaja en todas las comunidades autónomas y la navarra no va a ser una excepción.

¿Tienen las asociaciones de víctimas intención de condicionar las políticas de los gobiernos?

-Yo creo que no. Las víctimas somos parte de la sociedad y debemos estar ahí para dar el testimonio de lo que ocurrió y de lo que no debe volver a ocurrir. Las víctimas no condicionamos a los gobiernos ni a los partidos. Mas bien diría que son ellos los que intentan utilizarnos en algún momento para fines políticos en los que no debemos entrar.

¿Qué opina la AVT sobre la prisión permanente revisable?

-Para ciertos delitos está bien. En materia de terrorismo, el actual Código Penal permite que por delitos de terrorismo, cuando se acumulan dos o más delitos graves, las penas pueden llegar a ser de 40 años de cárcel efectivos. Esto significa que el terrorista puede a los 25 años de condena, por ejemplo, quedar libre por algunas circunstancias. Con el actual Código Penal, si le condenan a 40 años, cumple los 40 años, con la prisión permanente revisable no. La Justicia está hecha para que se cumpla. Alguien que quita la vida a otra persona se merece el mayor de los castigos, lo mismo en los casos de delitos execrables con niños, pederastia, violencia machista. La prisión permanente revisable para ciertos casos está bien pero para otros es mejor aplicar el Código Penal puro y duro.

¿Han olvidado las asociaciones de víctimas a los afectados por los atentados yihadistas a favor de las víctimas de ETA?

-En absoluto. Para nosotros son todas iguales. Tenemos a las del 11 de marzo de 2004 en Madrid pero también recordamos aquel atentado que se produjo en 1985 en Madrid, en el restaurante El Descanso, junto a la base de Torrejón de Ardoz de los Estados Unidos, que se cobró la vida de 19 personas y dejó otros 80 heridos, ninguno estadounidense y todos españoles. Muchos de aquellos están asociados a la AVT. También tenemos unos 600 asociados del 11-M. De los procedimientos penales presentados por nosotros en la Audiencia Nacional, salvo los de ETA (unos 90) y alguno del Grapo, como el de Publio Cordón, estamos personados en unos veinte casos vinculados al terrorismo yihadista como acusación particular para que se cumpla la ley.

Se está anunciando que ETA va a bajar la persiana para siempre antes de verano y se habla de una desmovilización. ¿Cómo debe desaparecer?

-Estos siempre andan con los juegos de palabras y ahora salen con esto de la desmovilización. Se desmovilizaron los soldados después de la Segunda Guerra Mundial pero estos son una banda de asesinos.

¿Qué pretenden esconder con ese término?

-Para ellos tiene que ser muy duro admitir y reconocer que han sido derrotados policialmente después de infringir tanto dolor y tanta muerte y además con centenares de sus miembros cumpliendo condena en las cárceles. Ante esto solo les queda la palabrería para no desilusionar a los militantes y los presos de ETA y a la izquierda abertzale. Intentan construir un relato equiparando a víctimas y verdugos, blanquear su historia macabra.