Bilbao - El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, instó ayer al PNV a concretar su fórmula sobre la bilateralidad en el nuevo estatus con mayor profundidad. Detallar los mecanismos que los jeltzales pretenden establecer para actualizar su relación con el Estado es la reclamación que el máximo mandatario de Ferraz hizo llegar a los jeltzales, aunque en todo caso estableció un límite claro y conciso. Profundizar en el autogobierno de la CAV reforzando “sus capacidades” no será una barrera insalvable para el PSOE, ni por consiguiente para el PSE, pero supondrá un muro imposible de saltar si se pasa por encima de la soberanía, que en cualquier caso radica en el “conjunto de la sociedad española”.
Sánchez no cierra las puertas “a que se puedan articular mecanismos de bilateralidad política, que es lo que está defendiendo el PNV”. Aún así, y a pesar de que los jeltzales presentaron a mediados de enero en la Cámara de Gasteiz un documento de bases sobre su propuesta, espera que detallen hasta donde alcanzará la pretensión del partido de Sabin Etxea de mantener una relación de igual a igual con el Gobierno español de turno. “Se tiene que concretar”, se reafirmó sobre el planteamiento jeltzale que refleja la necesidad de un reconocimiento previo de ambas partes como sujetos políticos con capacidad suficiente para contraer el pacto. “Nos tienen que explicar concretamente a qué se están refiriendo”, aseveró Sánchez en una entrevista en ETB-2.
Aún así, al líder del PSOE parece sonarle bien la partitura del PNV sobre el nuevo Estatuto para la CAV, que calificó de “oportunidad histórica” que no se ha dado en 40 años de etapa democrática. No obstante, Sánchez espera que la música que se escuche en un futuro cercano sea acorde a las bases del texto presentado por el partido encabezado por Andoni Ortuzar en la ponencia de autogobierno del Parlamento Vasco. Es por ello que el secretario general de los socialistas profundizó en cuál debería de ser el modelo idóneo de relación entre Euskadi y España. Sánchez sacó a colación la defensa de su concepción del Estado como “nación de naciones” que tantos dolores de cabeza le generó en el pasado con sus barones territoriales. También recordó que el actual modelo es de “soberanías compartidas”, aunque advirtió de que la “mejor manera” de poder desarrollarse con plenitud, tal y como habría sucedido históricamente, “es a través de una España constitucional y europea”.
Alineado con la propuesta presentada por el PSE dirigido por Idoia Mendia, que esquiva el derecho a decidir en favor de poner los derechos sociales en el carril central del nuevo estatus para la CAV, Sánchez ahondó en esa vía. La clave radicaría en conformar “una Euskadi unida, en una España que avance y en una Europa que se tiene que consolidar en un escenario de globalización, por el bien de los ciudadanos del País Vasco”, según remarcó. Frente a aventuras rupturistas a imagen y semejanza del procés catalán, avaló que se aborden “los desafíos que tiene Euskadi en una España o en una Europa del siglo XXI, que tienen que ver con la inmigración, con la digitalización, con la robotización, con las nuevas formas de marginalidad en una economía como la de Euskadi y la de España, que están inmersas en la globalización y la digitalización, desafíos que tienen que ver con el cambio climático, con el respeto al medio ambiente y con los nuevos derechos y libertades”.
derechos históricos Pedro Sánchez resaltó el apoyo brindado en el Congreso por los representantes del PSOE a la actualización del Cupo y la defensa del Concierto Económico, dos ejes del autogobierno vasco, pese a las reticencias que suscitó entre algunos de sus barones territoriales como Ximo Puig -Comunidad Valenciana-, Susana Díaz -Andalucía- o Javier Fernández -Asturias-. “Es comprensible”, resumió sobre las diferencias que afloraron en el seno de los socialistas, ya que “el lehendakari defenderá su tierra, sus intereses, como hace el presidente de Asturias, como lo hace la presidenta de la Junta de Andalucía o como lo hace el presidente de la Comunidad Valenciana. Pero son intereses parciales”.