Barcelona - A última hora de la tarde de ayer, cuando varios centenares de manifestantes seguían a las puertas del Parlament, Carles Puigdemont se pronunció respecto a una jornada especialmente convulsa en la que su sesión de investidura quedó en nada a las primeras de cambio por la decisión del presidente de la Cámara, Roger Torrent, de aplazarla. En un vídeo de poco más de siete minutos difundido a través de las redes sociales y en el que se expresó íntegramente en catalán, el president cesado se reivindicó como candidato en cumplimiento del resultado del 21-D, llamó a la unidad de los partidos soberanistas tras la enorme grieta que se abrió ayer por el aplazamiento del Pleno y cargó duramente contra Moncloa por no acatar el veredicto de las urnas.

Eso sí, tras unos días en los que la expectación ha sido máxima respecto a los pasos que piensa dar Puigdemont, exiliado en Bélgica pero abocado a una investidura presencial en el Parlament por mandato del Tribunal Constitucional, el candidato de JxCat evitó arrojar ninguna pista al respecto. “Mis intenciones permanecen intactas”, se limitó a decir. Tras constatar que “lamentablemente” Torrent optó por aplazar el pleno, decisión que dijo “respetar”, advirtió de que “no hay ningún otro candidato posible”.

Acusó al Gobierno español de perpetrar un “chantaje” para obligar a Catalunya a escoger un Govern de su gusto. “La decisión de Catalunya el 21-D es inapelable, no queremos el 155”, contrapuso. Recordó por ello los resultados de las últimas elecciones autonómicas, en que JxCat fue la fuerza más votada del bloque independentista, y sostuvo que “Catalunya no se ha rendido”. “Hoy -por ayer- Catalunya tenía la oportunidad de construir el país que sus ciudadanos quieren”, dijo, y lamentó tener que seguir hablando de la “judicialización” de la política catalana.

Tras censurar la negativa, según su parecer, a dialogar por parte del Estado, emplazó: “Mantengámonos unidos porque vendrán muchos desafíos democráticos”. Pidió además “realismo” y abogó por “coser heridas” y por que las fuerzas independentistas se mantengan unidas para poder seguir dando pasos. Los votos soberanistas son indispensables para propiciar su investidura como president, siempre que acuda al Parlament pese a la certeza de que será detenido en cuanto pise territorio del Estado español. Sin embargo, la decisión de Roger Torrent (ERC) de aplazar el pleno provocó una gran fractura con sus socios de JxCat y la CUP, que abogaban por celebrarlo a toda costa.

Todavía en Bruselas Después de una jornada de enorme expectación en torno a cuáles iban a ser los movimientos de Puigdemont, a quien el Constitucional obliga a presentarse en el Parlament pese a la orden de detención en su contra, fuentes de su entorno confirmaron que seguía en Bruselas. Allí grabó por la tarde el vídeo en el que valoró los acontecimientos de las horas precedentes; al contrario que en mensajes anteriores, en los que eran perfectamente visibles en el fondo elementos del hotel donde se aloja, en este vídeo solo se apreciaba una pantalla neutra.

La principal pista se situaba en la ciudad belga de Lovaina, donde estaba previsto que el president cesado participara a las 20.00 horas en un acto del partido nacionalista flamenco N-VA. Sin embargo, mientras los controles fronterizos y en torno a la Cámara catalana se reforzaron de forma excepcional, Puigdemont no acudió a dicho acto y su presencia se sustituyó por la difusión de otro vídeo, esta vez grabado en inglés, y la presencia del exconsejero de Sanidad Toni Comín.

En esta segunda grabación defendió que “los conflictos políticos necesitan respuestas políticas. La lucha catalana por la libertad no será resuelta en los tribunales”. “Pedimos a todos los demócratas de Europa, y también a vosotros, amigos flamencos, que no nos dejen caer. Porque dejarnos caer es dejar caer la causa de la democracia”, agregó.

En su discurso, Comín cargó contra la ausencia de independencia del poder judicial al afirmar que “el Tribunal Constitucional es completamente sumiso al poder ejecutivo”. “La democracia en España está hoy en crisis, hemos descubierto que la transición a la democracia que creíamos que había hecho España después de 1975 no es verdadera”, agregó.

Ante la endiablada situación en la que le dejó el pasado sábado el Tribunal Constitucional, Carles Puigdemont remitió el lunes una carta a Roger Torrent en la que invocó la inmunidad que le asiste como parlamentario electo, lo que según su parecer impide que pueda ser detenido excepto en caso de flagrante delito. La investidura telemática por la que aboga supone un incumplimiento del dictado del alto tribunal y aboca a que más diputados sean procesados.