bilbao - El lehendakari Ardanza pone el acento en que 30 años después, el Estatuto vasco -del que el Acuerdo exigía su pleno desarrollo- sigue incumplido y alerta de la recentralización y el poder del Estado, como se ha visto durante los últimos meses en Catalunya.

¿El contenido del Pacto es ya historia o sigue en vigor?

-En muchos puntos sí tiene vigor. En todo lo que hace referencia a la normalización por el cauce estatutario, eso sigue estando vigente, desgraciadamente. Treinta años más tarde, la “legalidad vigente” sigue sin cumplirse. Cuando se apela al cumplimiento pleno y leal del Estatuto respetando su singularidad, se suele argumentar la discrepancia interpretativa del contenido. Yo, harto de ese argumento, le dije a Txiki Benegas que asumíamos plenamente la interpretación que el propio PSE hizo en la campaña del Estatuto del año 79. Me contestó: “Los compromisos electorales sirven para el periodo electoral; luego prescriben”. Este es el gran drama. Es triste. Hemos conseguido al final pacificar el país y no estamos consiguiendo el cumplimiento de la legalidad vigente.

¿Hay un proceso de recentralización del Estado?

-Hay que conocer muy bien cuáles son los mecanismos del Estado para defenderse. Y en esto los catalanes han sido de una ingenuidad supina. Y si nosotros hubiésemos seguido por otros derroteros, probablemente hubiésemos llegado al mismo punto. Siempre tuve claro cuando era lehendakari que tú para enfrentarte con un Estado desde una posición de “nacionalismo periférico”, como nos llaman, primero tienes que tener una posición muy firme y consensuada no con el 50-51% de la sociedad, sino con digamos el 70%, dos terceras partes por lo menos. Una sociedad concienciada con ese compromiso.

¿Qué quiere decir concienciada?

Que si esa sociedad tensa y tensa la cuerda, te puedes encontrar sin Concierto Económico y sin un montón de cosas y que tu renta per cápita de 32.000 dólares puede caer a 20.000. ¿Estás dispuesto a afrontar eso? Si no, no me hables de posiciones de radicalidad.

¿Eso no ha ocurrido en Catalunya?

-El Estado moderno nace con la división de los tres poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Esos tres poderes están constituidos para la defensa del Estado. En el momento en que ese Estado vea en riesgo su ser, el Estado es el que está para interpretar la libertad de sus ciudadanos, la democracia y la forma en que hay que aplicarla. Cuando eso se ve en peligro, los poderes del Estado ac-túan. Lo que se ha visto en Catalunya es un Estado moderno actuando con los tres grandes poderes para garantizar su propia supervivencia. Y es ingenuo pensar que Europa te va a echar una mano, porque está constituida por Estados que van a defender los mismos principios.