gasteiz - Las colas para acceder ayer al Palacio de Justicia de Gasteiz eran más largas de lo usual. En el pequeño vestíbulo se apelotonaba la gente en torno al arco de seguridad en la jornada de inicio del mayor juicio que ha conocido el territorio.

Lo es por el número de acusados y de defensas, y también por la entidad de muchas de estas personas, exdirigentes del Araba Buru Batzar del PNV, y exaltos cargos de instituciones como la Diputación alavesa, el Gobierno Vasco y ayuntamientos de la CAV.

Así, desde primera hora de la mañana fotógrafos y cámaras de televisión se apelotonaban a la entrada del juzgado para recoger imágenes de quienes protagonizarán la vida del Palacio de Justicia durante los próximos diez meses.

Tan voluminoso es el proceso que fue necesario invertir más de una hora para recibir a acusados y defensas, sentar a cada cual en su sitio, y permitir una ronda de captación de imágenes en el interior de la sala que a buen seguro ha sido uno de los grandes temores de los acusados en los últimos ocho años. La pena de banquillo, es de hecho, uno de los argumentos de las defensas para pedir que los acusados declaren al final del proceso, pues lo mediático del juicio, cuyos detalles dará a conocer la prensa, señalaron, podría contaminar las declaraciones de testigos y peritos. El abogado de De Miguel puso como ejemplo los juicios de la trama Gürtel o de los cinco acusados de violar a una joven en San Fermín para justificar su petición.

Con la prensa expectante dos plantas más arriba, el juicio comenzó en torno a las 10.15 con la renuncia de todas las partes a leer los escritos de acusación. Así, uno a uno, fueron pasando por el estrado todos los acusados para pronunciarse al respecto, unos con voz temblorosa, otros más enteros, utilizando diferentes fórmulas para decir que no querían escuchar unas acusaciones que ya conocen sobradamente.

A continuación, el fiscal jefe, Josu Izaguirre, se pronunció sobre las cuestiones previas y tras su exposición el presidente del tribunal, Jaime Tapia, decretó el primer receso de un proceso que va a durar, como mínimo, hasta el 25 de octubre, y que no entrará en el juicio propiamente dicho hasta el 19 de febrero. - T. Díez