barcelona - El president de la Generalitat cesado, Carles Puigdemont, homenajeó ayer a su antecesor Francesc Macià afirmando que fue perseguido como él por querer cumplir la voluntad de los catalanes: “Vivimos un estado de persecución a las ideas legítimas, democráticas y no violentas”.
Este es el mensaje que leyó en su nombre el conseller cesado Jordi Turull junto al también conseller Josep Rull, ante la tumba de Macià, donde todos los presidentes de la Generalitat le rinden homenaje cada día Navidad coincidiendo con su muerte en 1933.
El president destituido pidió sobreponerse a “las amenazas que planean” sobre estas instituciones y sobre la población catalana, y renovó su compromiso de hacer una Catalunya “mejor, más justa, más próspera, más solidaria, más inclusiva, más sostenible y más pacífica”.
Macià murió hace justo 84 años tras una vida de “coraje, honestidad, firmeza y fidelidad a Catalunya” que ha merecido desde entonces el recuerdo más querido -aseguró- porque permitió la modernización de la Generalitat, creada en 1359.
Puigdemont lamentó que este año se homenajee en circunstancias “extraordinarias y difíciles” a un presidente que proclamó la república catalana, ya que él no está en el acto, al igual que los miembros de su Govern que le acompañan en Bélgica. “No puedo dejar de denunciarlo en una ocasión como ésta”, en que se homenajea a un antecesor que sufrió persecución y exilio para posibilitar la demanda de los catalanes, apostilló. - E.Press