Bilbao - Podemos Euskadi no se quita de encima la división entre sus corrientes internas, a pesar de la victoria de Lander Martínez en las terceras primarias del partido en su corta trayectoria de casi cuatro años. El nuevo secretario general, de tintes continuistas con la dirección legada por Nagua Alba, cosechó el 38% de los votos del proceso frente al 32% de la crítica María Valiente. Esos porcentajes quedan minimizados, no obstante, cuando se traducen a votos. Hombre fuerte del partido en el Parlamento vasco, donde cuenta con la proyección de ejercer de portavoz, Martínez obtuvo 131 votos más que su inmediata perseguidora. La formación morada abre además una nueva etapa con un Consejo Ciudadano Autonómico que repartió las 34 sillas del máximo órgano rector: 17 son afines al nuevo líder, 14 a los de la candidatura crítica y tres fueron para los miembros anticapitalistas de Zurekin Martxan.
La hasta ayer secretaria general del partido en la CAV, Nagua Alba, apeló precisamente a la necesidad de que Podemos sea “un partido más fuerte y, sobre todo, más unido dentro de la pluralidad y diversidad que siempre le ha caracterizado”. Martínez será el encargado de empastar las diversas sensibilidades, si bien parte con un Consejo Ciudadano atomizado en dos bloques en torno a los continuistas y los que apuestan por reinventar la formación. Con un participación a la baja, establecida en un 23,4% del censo activo -uno de cada cuatro militantes-, el nuevo líder cosechó 910 apoyos de los 2.439 inscritos que emitió su voto. Juntera guipuzcoana sin apenas apariciones de puertas hacia afuera de Podemos Euskadi, Valiente se quedó con 779 votos. Neskutz Rodríguez, que encabezaba la plancha anticapitalista, obtuvo 402 apoyos.
El Consejo Ciudadano vasco se ha dividido en dos bloques, lo que dificultará la ejecución a futuro de los planteamientos recogidos por la candidatura de Martínez. Las tres corrientes coinciden en la necesidad de poner proa a las elecciones municipales y forales de 2019 con una estrategia remozada para recuperar el pulso, sobre todo después de que Podemos en la CAV se dejara casi la mitad de los votos en los tres meses que transcurrieron entre los comicios generales y los autonómicos del pasado año. Difieren en el cómo. La adaptación a los criterios de Vistalegre II también ha generado fricciones, ya que el sector crítico de Valiente censuró que aún no habían aterrizado en Euskadi. Sobre la mesa estarán, entre otros preceptos ideológicos y organizativos, las reclamaciones de la militancia vasca para la descentralización del partido o la limitación de cargos para que cada persona con responsabilidades tenga solo un cometido. Cuatro representantes de los círculos -Ramón Gil, Eva Carbonero, Concepción Guillén y Teresa Gómez- podrían tener la llave de las mayorías. Sin adscripción concreta, fuentes de la formación indican que tres de ellos son afines al nuevo secretario general.
La volatilidad de Podemos sigue estando en el mismo cogollo de un partido que siempre ha vivido con mayorías complejas en su seno. Aún así, la secretaria general saliente, una Nagua Alba que dio su apoyo expreso a Martínez, afirmó que la organización “sale más fuerte y, sobre todo, más unida dentro de la pluralidad y diversidad que siempre le ha caracterizado”. No debe verse “ninguna contradicción entre la diversidad y la unidad”, aseveró. “Si miramos la foto de Podemos Euskadi en las anteriores primarias y ahora, nos vamos a encontrar con que la diversidad es más o menos la misma. Es cierto que, en esta ocasión, hay un porcentaje de diferencia mayor entre la primera candidatura y la segunda, pero la foto es similar”, apuntó.
“más fuerte” Según Alba, el trabajo de la nueva dirección estará “marcado” por el documento político y el documento organizativo que ha aprobado la formación hasta 2021 porque “ese es el mandato de la asamblea”, que recoge “muchísimo del trabajo” de los círculos y de la dirección hasta ahora y suma “nuevos retos”. El principal, tras las municipales y forales de 2019, serán las autonómicas de 2020, que ansían conquistar siendo motor de una alternativa progresista. El nuevo líder abundaba ayer a este respecto vía Twitter. “Podemos Euskadi sale hoy más fuerte, más unido y con un objetivo claro, las elecciones de 2019 y un gobierno progresista en 2020. Gracias por todo vuestro apoyo, ahora viene lo más difícil: cambiar el rumbo político en Euskadi”, avanzó.
Secretaría General. Lander Martínez venció en la elección del nuevo líder consiguiendo hacerse con 910 votos (38,27%); seguido de María Valiente con 779 apoyos (32,76%) y Neskutz Rodríguez, con 402 (16,90%).
Consejo Ciudadano. Guztiok Bat, la candidatura de Martínez, situó en el Consejo Ciudadano a 17 de sus representantes, además del secretario general. Por parte de Denontzat entraron 14 miembros; mientras que Zurekin Martxan logró tres asientos. Otros cuatro están reservados a responsables de los círculos.
Participación
23%
Uno de cada cuatro inscritos en el censo activo del partido morado emitió su sufragio en las primarias. En total se recibieron 2.439 votos, frente a los 3.200 de la elección de la ya ex secretaria general Nagua Alba o los casi 3.500 de la de Roberto Uriarte.