BILBAO - El fiscal de Sala del Tribunal Supremo y experto en materia terrorista, Javier Zaragoza, no cree probable, por lo menos “en un futuro próximo”, que se vaya a devolver al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Bilbao los casos de presos por delitos terroristas. “¿Es factible devolver las competencias para terrorismo a los juzgados territoriales de vigilancia penitenciaria? Factible es, probable no”, afirmó ayer en un coloquio celebrado en la capital vizcaina.

Zaragoza respondió de esta forma a la pregunta que le formuló el abogado Txema Montero este viernes durante la jornada Crimen y castigo: La función restaurativa de la pena, organizada por la Cadena SER en la sede del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, y en colaboración con el Departamento de Justicia del Gobierno vasco.

El Gobierno de José María Aznar decidió crear un Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria en la Audiencia Nacional, con el fin de unificar criterios en el cumplimiento de las penas impuestas a terroristas, narcotraficantes y delincuentes del crimen organizado, después de que en 2002 el Juzgado especializado en esta materia de Bilbao -con la magistrada Ruth Alonso como titular- concediera el tercer grado al preso de ETA, Félix Ramón Gil Ostoaga, a pesar del criterio en contra de la Fiscalía y la Administración penitenciaria.

Sobre la posibilidad de que este tipo de asuntos pudieran volverse a resolver en el órgano jurisdiccional de la capital vizcaina, el fiscal de Sala del Tribunal Supremo expresó que “el problema del terrorismo de ETA está en la situación en la que todos sabemos que está”, después de que en octubre de 2011 la banda decidiera abandonar la violencia, pero recordó que “hay otros fenómenos terroristas en estos momentos en auge”, en alusión a la violencia yihadista.

Por otra parte, el fiscal del Supremo se mostró contrario a una justicia transicional en la que se olvide lo ocurrido con la violencia de ETA. Por el contrario, defendió utilizar “mecanismos” de justicia restaurativa. “Si eso sucediera, es más que probable que los mecanismos de la justicia restaurativa, el perdón, la reconciliación, y el dialogo entre víctimas y victimarios cobrara realmente fuerza y peso en el marco de los procesos penales por terrorismo”, argumentó.

Justicia restaurativa A su juicio, incluso podría “cambiar la actitud de las víctimas”, si se produce ese “cambio en la actitud” de los victimarios. “Esa es la realidad, no nos engañemos. Al margen de que se hayan producido encuentros -entre damnificados y presos de ETA- con buenos resultados, pocos, pero interesantes, si eso cambiara, quizá en el futuro la aplicación de los mecanismos de justicia restaurativa a estos procesos sería factible y hasta loable”, reflexionó.

El fiscal de Sala del Tribunal Supremo aseguró por el contrario que no cree en la Justicia restaurativa para los casos de corrupción. “La reparación económica no es justicia restaurativa, es justicia restitutiva. La justicia restaurativa está vinculada con el componente ético y moral de la responsabilización del infractor por el hecho”. - E.P.