gasteiz - El PP está dispuesto a volver a hablar con el Gobierno Vasco de los Presupuestos de la CAV para 2018, cuyo anteproyecto se dio a conocer el martes, y apela para ello a los mismos argumentos empleados este año; apoyar la estabilidad y el impulso a la economía, y evitar la traslación del modelo catalán a Euskadi que a su juicio representan EH Bildu y Elkarrekin Podemos. Eso sí, la actitud esta vez es diferente. “No tenemos ninguna necesidad de aprobarle a este gobierno ni la Ley de Presupuestos ni ninguna otra”, señaló ayer el parlamentario popular Antón Damborenea, molesto por no haber recibido “ni una llamada” del Ejecutivo antes de conocer el anteproyecto por los medios de comunicación. “Nosotros no le debemos nada ni al PNV ni al PSE”, insistió.

“No tienen mayoría, no son nuestros Presupuestos, no han negociado nada con nosotros, así que cuando veamos la letra pequeña ya veremos qué planteamientos hacemos”, advirtió Damborenea, quien afirmó que, aunque las intenciones del PP son las mismas que hace seis meses, las condiciones no son las mismas. “No se puede ser el campeón de la inestabilidad y no hablar con nadie. El año pasado la situación era distinta, había cierta urgencia, pero ahora lo lógico es que un gobierno en minoría hable con la oposición”, afirmó el parlamentario conservador, quien insistió en que “las cosas se llevan para ser aprobadas, no para ver qué pasa”.

Queda patente que al PP no le ha gustado ser tratado como un grupo más, una actitud que por otro lado el Gobierno Vasco ya había anunciado. Así, los populares han sido citados el viernes, al igual que EH Bildu, por el consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, que les dará a conocer los detalles de su propuesta, y que tendrá que elegir entre uno u otro socio si no quiere ir a la prórroga presupuestaria.

Así lo puso negro sobre blanco Damborenea, y así lo hizo también la portavoz de la formación soberanista, Maddalen Iriarte. “Hay dos modelos, el de la estabilidad, que favorece el crecimiento y la creación de empleo, y el de los populistas e independentistas, que estamos viendo cómo funciona en Catalunya”, dijo Damborenea. “Hay dos acuerdos posibles, el del artículo 155 y el de la mayoría social que reivindica el derecho a decidir de esta sociedad”, afirmó Iriarte.

“nos sentimos engañados” Aunque EH Bildu también se sentará a la mesa con el Gobierno Vasco para negociar las Cuentas del año que viene, el precedente del anterior Presupuesto les lleva, por otro lado, a desconfiar. “Entonces nos sentimos engañados porque nos dimos cuenta de que desde el primer momento el PNV había decidido pactar con el PP”, señaló la portavoz del partido abertzale.

Sea como sea, la situación catalana y la postura del Gobierno Vasco al respecto va a marcar el futuro de las Cuentas vascas para 2018, aunque hay otros aspectos relacionados con el modelo económico que remarcaron Damborenea e Iriarte, y también Julen Bollain.

El parlamentario de Elkarrekin Podemos explicó ayer que el proyecto presupuestario contempla un incremento de ingresos de 426 millones de euros, un 3,9% más que en 2017, cuando la previsión del aumento del PIB nominal es del 4,3%. Esto se debe, dijo, al techo de gasto aprobado por el PP en el Congreso de los Diputados “con el apoyo del PNV”. Bollain censuró además que los incrementos económicos en Sanidad (3,6%), Educación (1,9%) o Empleo y Políticas Sociales (0,7%) estén por debajo de la media de la propuesta del Gobierno Vasco. En todo caso, Elkarrekin Podemos se sentará a hablar, aunque “los precedentes no ayudan”.