barcelona - La declaración unilateral de independencia amenaza con provocar una crisis de gobierno en Catalunya, aunque todo apunta a que lo hará de forma muy limitada. El president se reunió ayer con sus consellers y todos ellos le expusieron su criterio en relación a este paso histórico. Hubo opiniones variadas pero, en principio, solo un conseller estaría dispuesto a dimitir si se materializa la ruptura. Es el responsable de Empresa y Coneixement, Santi Vila, quien además está asumiendo el trago de lidiar con los empresarios y tratar de convencerlos de que la independencia no tendrá efectos negativos en la economía. Una tarea especialmente delicada en un contexto en el que han abandonado el territorio 1.500 empresas desde el referéndum del 1 de octubre.
Lo singular de este caso radica en que Vila asumió la cartera en sustitución del conseller Jordi Baiget, cesado por Puigdemont por sus dudas sobre el referéndum y su resistencia a asumir las consecuencias patrimoniales del proceso soberanista. El president esperaba que no se produjeran más fugas tras la última remodelación que diseñó para rodearse de consellers de confianza y netamente independentistas (retocó las áreas de la portavocía, enseñanza e interior), pero Vila siempre pareció el cabo suelto por su discurso más pragmático y por no pertenecer al ala más soberanista.
Otros consellers y cargos del PDeCAT han expresado sus reservas sobre la declaración de independencia por sus dudas sobre las implicaciones económicas o el efecto que tendrá la suspensión de la autonomía catalana, y han planteado varias alternativas, pero se mantendrán en el Govern y cerrarán filas. La postura en ERC es más uniforme. El vicepresident Oriol Junqueras ha pedido en privado a Puigdemont que no convoque elecciones. Los consellers que más se han destacado en contra de las elecciones son el de Presidència, Jordi Turull (PDeCAT), y la de Ensenyament, Clara Ponsatí (miembro de la ANC).
los que no dimiten En los últimos días se ha especulado con las dimisiones de los consellers de Justícia, Carles Mundó, y Salut, Toni Comín, pero los aludidos lo desmintieron ayer de manera tajante a través de las redes sociales. “¡Mi compromiso con el Govern es inequívoco! ¡Sigamos!”, alentó Mundó en su cuenta de Twitter.
Todo apunta a que Vila sí dará el paso. Tiene una relación de amistad muy cercana con Puigdemont y el president es consciente de que tiene un pie fuera del Govern. Esta relación de cercanía podría amortiguar el impacto mediático de la salida de Vila y evitar que haga declaraciones altisonantes. - DNA
A Vila se le atribuyen las mayores resistencias a declarar la independencia. En ámbitos soberanistas lo sitúan con un pie fuera del Govern. Paradójicamente, él cubrió el hueco de Jordi Baiget, cesado por sus dudas ante el 1-O.
Es uno de los rostros visibles de este proceso. Acompañado por Junqueras y Romeva, se encargó del seguimiento de la jornada del 1-O ante los medios. Es uno de los consellers que más ha presionado para evitar elecciones.