barcelona - Alejado del primer plano de la política desde su retiro en el Senado, José Montilla tendrá que tomar una importante decisión este próximo viernes cuando la Cámara Alta debata la intervención de las instituciones catalanas para pasar a ser gestionadas por el Gobierno de Rajoy. En plena crisis interna de un PSC que no hace tanto tiempo lideró, el president número 128 en la historia de Catalunya deberá dar su beneplácito a desactivar unas instituciones que él mismo lideró entre 2006 y 2010. Montilla, que a buen seguro será mirado con lupa, personificará la quiebra interna de los socialistas catalanes, que pueden partirse en dos por el artículo 155 de la Constitución y abrir un frente de peores consecuencias con un PSOE que ha dado carta blanca al PP para desactivar el Parlament, cesar al Govern y Puigdemont o hacerse con el control de la televisión o lo Mossos d’Esquadra.

En un principio, tan solo tres de los 24 senadores catalanes darán su visto bueno a la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Ese trío lo conformarán los representantes del PSC -Montilla-, el PPC -Xavier García Albiol- y Ciutadans -Javier Alegre-. Cabe resaltar que los tres han sido designados directamente por el Parlament de Catalunya, frente a los restantes representantes que obtuvieron su escaño en las elecciones generales de hace dos años, con mayoría de ERC -12 miembros-, el PDeCAT -con cuatro-, Podem -dos- y Catalunya Sí que es pot, con uno. El papelón recaerá, en todo caso, en Montilla. El expresident no ha realizado declaraciones ni ha avanzado el sentido del voto que adoptará, pero todo indica que se plegará a las indicaciones del PSOE a pesar de que el PP cuenta con una cómoda mayoría absoluta en el Senado. Su última declaración oficial también ofrece algunas pistas. El pasado 10 de octubre, y sin que todavía se conociera el alcance de la activación del artículo 155, el expresident abogó por la “iniciar un proceso de negociación sobre los problemas de nuestro autogobierno y sobre los cambios legales, constitucionales y de todo orden que sean necesarios” para encontrar “una salida de futuro”. Aun así, y tras la invitación a la negociación, lanzó una advertencia sobre las consecuencias de situarse al margen de la legislación. Montilla expresó la necesidad de “respetar el marco legal y de reconocer, al mismo tiempo, que existen problemas reales que requieren una solución política. La ruptura de la ley es inaceptable. El inmovilismo, también”.

Al actual senador del PSC, que dirigió los designios de la formación de 2000 a 2011 y ha sido miembro de la Ejecutiva Federal y del Comité Federal del PSOE, ya le han llegado algunos mensajes para que reconsidere su apoyo -aunque su voto no sea decisivo- al artículo 155. Desde el PSC prefieren guardar silencio, pero Josep LLuís Carod Rovira le emplazó a través de las redes sociales a no votar en el Senado “contra la institución, Catalunya y el autogobierno”. Carod ejerció de conseller en cap del Govern dirigido por Montilla en el tripartito entre socialistas, republicanos e ICV, de 2006 a 2010.

Pero Montilla también recibirá presiones desde su propia formación. El alcalde de Lleida, Àngel Ros, confió en que un expresident no tenga que votar en el Senado “la intervención de la autonomía”. “No le puedo decir cómo se siente (Montilla), pero un catalán no puede ver suspendidas las instituciones de autogobierno. Imagínese, un catalán que ha sido presidente de la Generalitat”, remarcó.

nueva baja Mientras todas las miradas se posarán esta semana sobre Montilla, en el seno del PSC liderado por Miquel Iceta siguen resonando los ecos de una profunda disputa interna por la aplicación del 155. A la baja de Núria Parlón de su cargo de secretaria de Cohesión e Integración de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, se sumó ayer la del secretario de organización de la formación en Manresa (Barcelona), Xavier Vera.