MADRID - Acusaciones de “racista”, cortes de manga e intervenciones subidas de tono. El Pleno del Congreso de los Diputados vivió ayer un bronco y agrio debate durante el debate promovido por Ciudadanos (C’s) sobre el supuesto adoctrinamiento de los niños en las aulas de los colegios de Catalunya. En el fondo, el procés independentista catalán. Toni Cantó defendió la moción presentada por la formación naranja y el que calentó el debate hasta provocar las reacciones de los portavoces de prácticamente todos los partidos, incluso los que podrían haber apoyado la iniciativa. Finalmente, la formación liderada por Albert Rivera solo consiguió el apoyo de UPN y ni siquiera el PP pasó de la abstención. El resto de los partidos votaron en contra.
En su discurso, Cantó señaló que su partido ya advirtió hace años de lo que estaba ocurriendo en las aulas catalanas y responsabilizó a PP y a PSOE de haber dejado la educación en manos de “sus socios nacionalistas”, en referencia a ERC y Compromís. “Que se le diga a los niños que la Guardia Civil y la Policía Nacional son los malos, tiene que ver con que una muchedumbre silbara el otro día a las fuerzas de seguridad”, denunció Cantó.
Para el diputado de Ciudadanos, que mostró varias fotografías en la tribuna de esteladas en centros escolares, la visión que se da de los emigrantes castellano parlantes en Catalunya en los libros de texto catalanes “provoca superioridad” entre los menores y está dividiendo a la sociedad catalana.
Ante estas acusaciones, la portavoz del PP, Elena María Bastidas, defendió a su partido y a lo que ha llamado una “lucha decidida” contra los “gravísimos casos de adoctrinamiento” que se han registrado en la comunidad catalana. Sin embargo, reprochó a Cantó su “sobreactuación”. Más dura fue la portavoz socialista de Educación, Luz Martínez Seijo, quien señaló que, como maestra, se ha sentido “ofendida” por la propuesta de la formación naranja ya que, a su juicio, “pone bajo sospecha la labor de los docentes del país” cuando los casos de adoctrinamiento en las aulas han sido “casos concretos y criticables” a los que se han aplicado los protocolos de intervención pertinentes y que “ya existen” en la ley española.
Pero fueron los partidos nacionalistas los más duros con Cantó, llegando, incluso, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, a tacharlo de “racista y sectario”. Según señaló el diputado jeltzale, “ha vertido odio a raudales aquí”, e incluso llegó a acusarle al portavoz de C’s de no poder aceptar “que alguien sienta su identidad diferente”.
Tras negar el adoctrinamiento en las aulas, Esteban preguntó a Ciudadanos quién ha adoctrinado a las personas de más de 60 años que fueron a votar el pasado 1 de octubre. “Debería abrir un poco su cabecita porque todos los discursos que le he oído son intolerantes”, insistió el portavoz del PNV, quien le reprochó a Cantó que nunca busque acuerdos.
No se quedó atrás en sus reproches el portavoz del PDeCAT, Sergi Miquel. “Qué atrevida es la ignorancia”, fue la manera elegida para comenzar su intervención para, a renglón seguido, asegurar que Cantó ha demostrado “no saber nada sobre educación y poco sobre Catalunya”. Para argumentar su acusación añadió un dato: “Catalunya es la cuarta comunidad con mejores notas en lengua castellana”. La diputada del PDeCAT Lourdes Ciuró llegó a dirigir un visible corte de mangas a Cantó durante su intervención.
Para Miquel, la moción de Ciudadanos propone “vigilar las ideas políticas de los profesores” algo que, a su juicio es intolerante, una idea que también compartió el portavoz de Compromís, Joan Baldoví. Para el diputado valenciano, Cantó difama a los 125.000 docentes que hay en España y que están educando en valores de paz, convivencia y diversidad cultural a los menores. “Nunca he visto nada de lo que usted dice”, concluyó. - DNA